Después de que el exdirector ejecutivo de Pemex Carlos Treviño no se presentó a comparecer ante las autoridades el pasado 7 de septiembre por los delitos de asociación para delinquir y de blanqueo de capitales, un juez federal ordenó este viernes su detención.
Daniel Ramírez Peña, juez federal del Estado de México, ordenó su detención por una serie de delitos de corrupción que habría cometido en el caso de la planta Etileno XXI, después de las declaraciones inculpatorias de su predecesor en el cargo, Emilio Lozoya, dentro de la trama relacionada con la constructora brasileña Odebrecht.
Treviño ha negado las acusaciones y envió al juez una carta a través de sus abogados para justificar su no comparecencia, con el argumento de falta seguridad jurídica para llevar a cabo un juicio justo. Su defensa aseguró que no tiene conocimiento de esta orden de aprehensión y sitúa a su representando en Texas.
“Estoy escuchando mucho en medios de comunicación que así es; a mí no me consta”, aseguró el abogado de Treviño, Óscar Zamudio. El defensor no descartó que estas acusaciones de Lozoya no sean parte de las tensiones de las negociaciones con la Fiscalía “para seguir favoreciéndole”.
“Nosotros creemos que la Fiscalía, en un acto de congruencia, tendría que pedir la cancelación de la orden de aprehensión que exista en contra de mi cliente y debe aquí resaltarse que no es porque haya cometido ningún delito, sino porque no cumplió con el capricho de un juez; porque es un capricho, de acudir a una audiencia para la que no tuvo tiempo de prepararse”, destacó Zamudio.
Lozoya, que hasta ahora había podido evitar su ingreso a prisión a cambio de ofrecer más pruebas sobre la corrupción cometida en el sexenio anterior de Enrique Peña Nieto, acusó a Treviño de haber recibido 4 millones de pesos en “mordidas” (sobornos) en 2014 a través del entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray.