ANTE EL DESOLADOR horizonte de la imparable violencia e incidencia criminal, de manera imprescindible la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP) con el apoyo de la Secretaria de la Defensa Nacional, tendrán que entrarle de lleno a las labores de vigilancia y prevención del delito, porque de plano la Policía Preventiva no ha mostrado el suficiente y vital interés para poner fin a las mortales acometidas de los imbatibles emisarios, que siguen creciéndose en este paraíso de la devastación, como sucedió ayer domingo que, en menos de dos horas le arrebataron la vida a dos motociclistas y dejaron gravemente herido a otro hombre. Las hostilidades criminales se registraron en las colonias Prados del Tepeyac y México entre las 11:40 y 13:35 horas. Lo cuestionable del asunto es que cuando los sicarios se esfuman se colma de unidades y elementos policíacos los escenarios de muerte. Todavía seguimos sin entender porque no lo hacen antes para evitar que continúen las letales agresiones. Resultaría irrisorio pensar que los guardianes del orden público no se dan cuenta de los gatilleros a sueldo, cuando es evidente que regularmente se mueven tres o cuatro individuos en vehículos que a distancia se advierte que son sospechosos, pero parecieran tener la consigna de no molestarlos para nada, al menos de parte de los municipales, porque la tropa castrense y policías estatales si los han atorado y les han asegurado armas y drogas. Lo que no se sabe es por qué la Fiscalía de Justicia del Estado no los investiga y da a conocer su situación jurídica. Solo lo hacen en excepcionales casos donde difícilmente puede quedarse callados. Entonces sí difunden comunicados de que están investigando los hechos, pero en la mayoría de los casos asumen evidente mutismo. Un silencio que se percibe a distancia, cuando la ciudadanía está esperando que sigue después de su detención…HAY QUE DECIR que prevalece una condición muy complicada en la secretaria de Seguridad Pública, ante el cada vez más complicado déficit de unidades policíacas. No es nada nuevo, pero tampoco se hace algo por buscar alternativas de solución. Hay algunos mandos medios que argumentan no tener unidades policíacas en buen estado para reaccionar de inmediato y además que tienen una o dos por demarcación y se ha privilegiado a personal de la Marina. Recuerdo que durante su campaña política el aspirante a la alcaldía de Cajeme por el Partido Movimiento Ciudadano, el extinto exprocurador de justicia y exdiputado federal, Abel Murrieta Gutiérrez, planteó la sugerencia que juntaran todas las patrullas chatarra que están en los patios de la corporación, en calles Paseo Miravalle y 300 y se vendieran y con el dinero que obtuvieran se adquirieran unidades nuevas para mitigar de alguna forma la agobiante necesidad de un parque vehicular más funcional para servicio de la sociedad y no para que ciertos mandos las renten tanto en la Policía como en Tránsito Municipal, como se dice insistentemente, en una execrable práctica a la que le debe de ponerle atención la regidora y Presidenta de la Comisión de Seguridad Pública, Enriqueta Rodríguez Medina, en vez de dedicarse a hacer mutis con el comisario Cándido Tarango Velázquez, que continúa sin implementar su dichoso “plan de trabajo” que según ellos acaba de presentar, pero sin pena y sin gloría porque los resultados no se ven por ningún lado…EN ESTE MISMO contexto hay que decir que los robos patrimoniales siguen sumándose al igual que los homicidios. La tarde del pasado viernes, un sujeto con arma larga y pistola despojó de noventa mil pesos en efectivo a un joven que acompañaba a su tío cuando éste retiró la cuantiosa suma en la sucursal Scotiabank de la Plaza Soriana, allá por la 200 entre Calzada Olea y París, y ni que decir de los más diez robos con violencia que consumó el hampa durante sábado y domingo y lo que es peor es que los maleantes en algunos de los casos ni siquiera necesitaron ningún tipo de armas para cometerlos porque lo hicieron mediante amenazas verbales. Aprovechan que el miedo se ha apoderado de la población y los empleados prefieren en el mejor de los casos acceder a sus peticiones que poner en riesgo su vida y quienes lo han hecho han resultado lesionados, como le sucedió a un empleado de una tienda de autoservicio de calles 400 y Jalisco, al ser acuchillado por un mozalbete. Dónde está pues, el enigmático proyecto de seguridad pública que presentó Tarango Velázquez, a los ediles. Hay que entender que mientras sigan los mismos jefes en la Jefatura de Policía esto no cambiará…IGUALMENTE, se colige que en tanto no se tenga la voluntad de construir un mejor Cajeme con prolíficos acuerdos y radicales decisiones, seguiremos navegando por turbulentas aguas con un barco completamente naufragado. Comprendan señores, no pueden montarse en su macho y mantener su caprichosa actitud en un tema tan delicado. No es posible que para ustedes no tenga el más mínimo valor la pérdida de una vida humana porque así lo denotan, al no hacer nada por buscar soluciones, no a mediano y mucho menos a largo plazo. Se requiere de apremiantes acciones porque así lo amerita la situación que se enfrenta día con día. No esperen a verse afectados ustedes y sus familias para entonces si poner el grito en el cielo. No lo hagan porque los riesgos son muy altos para todos los que habitan este municipio. No le apuesten a su suerte. El clima de inseguridad puede alcanzar a cualquiera de nosotros. Al menos a la familia de Grupos Medios Obson ya nos tocó la adversidad y por eso no dejamos de insistir en que debe atacarse el espiral corrupción y componendas de mandos policiales con la delincuencia, porque para nadie es un secreto que ahí está la clave y quien no lo crea ahí tenemos el caso del presunto secuestrador y ahora expolicía municipal, Jonathan Ernesto Moreno Acosta y su cómplice Juan Ramón Torres Soto, otro exagente policíaco que continúa prófugo de la justicia, por cierto muy allegados al pseudolíder de policías, Ernesto Alonso Valenzuela Rodríguez y conste que la misma tropa los delató y no precisamente el comunicador, así que más claro ni el agua. Por eso, el supuesto dirigente de los decepcionados gendarmes, de la noche a la mañana prefirió quedarse callado, aunado a que armó sonoro escándalo con sus dichosas vacaciones en Xcaret. Cómo creerle que gana dos mil pesos a la quincena con esos suntuosos paseos. Eso es lo que deben ver los regidores y el propio capitán de fragata de la Marina. Lo que sí le puedo asegurar es que mientras no ponga orden en las filas de la llamada “06”, jamás cumplirá su encomienda de pacificar Cajeme, ya que sencillamente tiene al enemigo en casa, pero igualmente se ha aferrado a no hacer una profilaxis en el seno policial, una depuración que es necesaria e ineludible porque de otra forma podrá seguir al frente de la corporación los tres años de la actual administración y nunca va a encontrar la punta de la madeja para contener la cada vez más creciente ola de asesinatos, “levantones”, atracos y robos domiciliarios. Insisto no es afán de jorobar, pero sí de que ya haya saludables cambios y se rompan los cotos de poder y compromisos que presuntamente tienen policías y tránsitos con el crimen organizado o de plano la estela de asesinatos nunca terminará…LUEGO les comentaremos los desmanes que protagonizó un elemento de la Guardia Nacional el pasado fin de semana al movilizar no solo en Pueblo Yaqui a policías municipales, estatales sino al mismo Ejército y personal de la secretaría de la Marina, sino hasta la playa Guadalupe, municipio de Bácum, para que vean que en vez brindar seguridad a los cajemenses han venido a provocar semejantes desaguisados por lo que repetimos que el general Luis Rodríguez Bucio, titular de la GN debe cambiar a todo el personal. Por salud es mejor que se los lleve a todos a la capital del país y se envíe a gente con deseos de trabajar y no venir a enrarecer todavía más la atmosfera de inseguridad. Voltee a este terruño sonorense, señor Rodríguez Bucio, porque los cajemenses no merecemos esto…Luego seguimos, Dios mediante.