Una nueva variante del coronavirus detectada en Sudáfrica, aparentemente muy contagiosa, provocó que varios países europeos, donde la pandemia se recrudece desde hace semanas, decidieran este viernes cerrar sus puertas a los viajeros procedentes de varios Estados del sur de África.
El primer país en blindarse fue Reino Unido, que anunció el jueves que prohibirá la entrada de personas procedentes de seis países de África: Sudáfrica, Namibia, Lesoto, Zimbabue, Botsuana y Esuatini (o Suazilandia) a partir del viernes.
Este viernes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo en Twitter que se propondrá “activar el freno de emergencia para interrumpir los vuelos procedentes de la región del sur de África” durante una reunión prevista el viernes.
“La situación está evolucionando muy rápido, queremos tener las máximas garantías para frenar la expansión de esta variante”, dijo a la AFP un portavoz de la Comisión Europea. Pero varios países, como Alemania, Francia e Italia, no esperaron el visto bueno de Bruselas.
“Lo último que necesitamos ahora es una nueva variante que cause más problemas”, dijo el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, país donde el coronavirus avanza con fuerza desde hace semanas.
Italia también anunció que prohibía la entrada en su territorio de cualquier persona que haya permanecido en el sur de África en los “últimos 14 días”.
La aparición de esta nueva variante provocó además que las principales bolsas europeas abrieran con retrocesos superiores al 3% e impulsó a la baja el precio del barril de crudo.