Los padres del adolescente de 15 años que abrió fuego el martes en su escuela secundaria de Estados Unidos fueron arrestados este sábado tras ser inculpados de homicidio involuntario por comprar el arma que usó el menor en el ataque, dijeron sus abogados.
James y Jennifer Crumbley están acusados cada uno de cuatro cargos de homicidio involuntario, lo que conlleva una pena de hasta 15 años de prisión, una decisión poco común en la justicia estadounidense.
Tras una vasta operación de búsqueda por parte de la policía y el FBI, fueron localizados en un recinto industrial de Detroit, a unos 60 kilómetros del tiroteo, cerca de su vehículo, que fue hallado poco antes.
Los abogados de los Crumbley indicaron el viernes que la pareja se entregaría a las autoridades y que no estaban a la fuga sino que dejaron la ciudad la noche del tiroteo “por su propia seguridad“.
Pero el hecho de que retiraran 4.000 dólares y que apagaran sus móviles encendió las alarmas, dijeron a la cadena CNN fuentes policiales.
Ethan Crumbley, de 15 años, “fue el que apretó el gatillo”, pero “hay otras personas que contribuyeron a los hechos del 30 de noviembre y es mi intención hacerles rendir cuentas también”, dijo la fiscal del condado de Oakland, Karen McDonald.
“Estos cargos están destinados a responsabilizar a las personas que contribuyeron a esta tragedia y también a enviar el mensaje de que los propietarios de armas tienen una responsabilidad”, explicó la fiscal.
Los tiroteos en escuelas son un flagelo en Estados Unidos, un país donde el derecho a poseer armas está garantizado en la Constitución.
Cuatro estudiantes, de edades entre 14 y 17 años, murieron y otros seis resultaron heridos junto con un maestro, en el tiroteo del 30 de noviembre en la pequeña localidad de Oxford, unos 65 kilómetros al norte de la ciudad de Detroit.
Ethan Crumbley, que se entregó a la policía sin ofrecer resistencia, fue acusado de “asesinato” y “acto terrorista” y podría pasar el resto de sus días en prisión, ya que está siendo procesado como mayor de edad.