ALGUIEN TENDRÁ que ponerles un alto a personal de la secretaría de la Marina destacado en Cajeme, en virtud de que ayer poco antes de las diez de la mañana estuvo a punto de provocar una tragedia de incalculables dimensiones, en el cruce de las calles Coahuila y Náinari, zona norte de la ciudad, luego de que deliberadamente el conductor de un pick up con número oficial de Semar 404498, se pasó el semáforo en luz roja de la calle Náinari sin razón de hacerlo, solo porque los señores marinos se sienten dueños de la calle y están mal porque no sólo transgreden la Ley de Tránsito del Estado sino que actúan sin el menor respeto a los derechos humanos de los ciudadanos. Por fortuna y para buena estrella de la familia afectada que radica en los Estados Unidos de Norteamérica una joven señora resultó con ligeras lesiones en dedos de la mano derecha, porque de otra forma, si el epílogo habría sido otro indudablemente estuvieran en un problema de matiz internacional, debido a que las víctimas son ciudadanos estadunidenses y ténganlo por seguro que necesariamente hubieran intervenido autoridades consulares y el escándalo habría alcanzado mayúsculas connotaciones y proporciones solo por la forma tan irresponsable en que manejan estos señores. Gracias al bendito hacedor fueron más las pérdidas materiales que las humanas, porque, insistimos, de otra manera en estos momentos estuvieran pidiendo disculpas al gobierno de Joe Biden y es que el impacto fue contundente, pero, para buen fario de la familia de paisanos no sucedió lo impredecible. En la camioneta GMC, línea Terrain, modelo 2012, viajaban dos menores de edad que afortunadamente resultaron ilesos. Que lamentable que ocurra esto en Ciudad Obregón, cuando paradójicamente se entiende que todas las corporaciones e instituciones armadas que se encuentran concentradas aquí están para brindar seguridad y tranquilidad a la ciudadanía y sus visitantes, sobre todo en estas pascuas decembrinas… ANTE ESTE SUCESO, bueno fuera que el titular de la Secretaría de la Marina, José Rafael Ojeda Durán, tomará cartas en el asunto y se evite en lo sucedido una tragedia que bien pudiera ocasionar su tropa sobretodos si los encargados de la Zona Naval no toman las medidas pertinentes y conste que no es el primer accidente que propician marinos por lo que algo se tiene que hacer y no esperen a que haya pérdidas humanas. Se entienden que vinieron a combatir la delincuencia y hasta el momento los resultados son anémicos, debido a que no han detenido a un solo sicario y mucho menos han impedido alguna acción criminal, por lo que ante ese erróneo desempeño tendrán que enderezar la brújula y dedicarse a realizar su trabajo con más responsabilidad y efectividad porque así lo requieren los tiempos. Es momento que en las mesas de seguridad le den un jalón de orejas al encargado de los infantes de Marina para que se desplacen con más cuidado y respeto hacia la población porque al menos la ciudadanía no les va tolerar que se extralimiten en el quehacer de sus funciones… LA SEMANA anterior, el ejecutómetro cerró con 21 homicidios de lunes a domingo y en la actual ya llevamos cuatro el martes y uno ayer lo que en suman arrojan cinco asesinatos, en una clara muestra que emisarios de la muerte no bajan la guardia, no obstante a que Cajeme luce prácticamente blindado, pero aun así ya llegamos a 52 asesinatos en diciembre como muestra ineludible de que el clima de violencia y criminalidad no ha disminuido porque hasta este 22 de diciembre podremos decir que se siguen cometiendo más de un crimen y medio por día y esto de ninguna de manera es halagador con el cristal con el que se pretenda ver, por lo que autoridades policíacas y militares habrán de cambiar de tácticas en el afán de serenar Cajeme, algo que cada vez se advierte más complicado y lejano por lo que deben arreciar su presencia en todos los rincones del municipio durante las 24 horas del día. No pueden flaquear y mucho menos bajar la guardia porque si así los índices están desbordados ahora imagínese sin patrullajes de policías estatales y militares, estaríamos enfrentando una catástrofe mayor y esto ya es cuestión de los altos mandos de las instituciones armadas y policíacas como sería el caso del comandante de la 4ta Zona Militar, general, Jorge Ambia Minero, la secretaria de Seguridad Pública del Estado, María Dolores del Río Sánchez y el comisario de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP), Roberto Leyva Lerma, quienes tienen que operar de manera incansable poniendo en marcha su capacidad y conocimientos en materia de prevención del delito que, al menos en esta porción del suelo sonorense no ha resultado nada sencillo, debido a las constantes acometidas de delincuentes que mantienen acendrada pugna por la plaza para su letal negocio como lo es el narcomenudeo… QUIEN NO ha vivido un momento de descanso es el comandante de la Delegación Villa Bonita, Juan Miguel Yoquihui Cuevas, ya que a temprana hora del martes atendió una balacera por rumbo del bulevar del ese conurbado sector contra el conductor de un vehículo Uber. Al anochecer hubo una balacera de Padre y Señor mío en la colonia Ampliación Alameda y cuando muchos se esperaban lo peor no hallaron ni indicios balísticos y poco antes de las ocho de la mañana de ayer se localizó a joven ciclista ejecutado con armas de alto poder. Su abatido cuerpo se encontró por la California entre la calle Amistad y el puente del Canal Bajo. El occiso trabajaba como albañil en el fraccionamiento Puente Real. La noche del martes no llegó a dormir a su casa y ayer apenas llegaba la mañana cuando lo hallaron sin vida, convirtiéndose en el ejecutado número 52 de diciembre. Sin duda que en el enroque con la comandante, Reyna Isabel Jacobo Campero, esta última resultó beneficiada, en virtud de que ha navegado por aguas tranquilas en el sector once, donde por momentos se viven cíclicos episodios de desbordada violencia… NOTABLE logro se anotó seguramente el comandante local de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) Ramsés Arce Fierro, al resolver el atroz asesinato de una mujer, cuyos restos mortales aparecieron desmembrados y calcinados en un canal secundario invadido de maleza, al inicio de la tarde del miércoles 13 de octubre en bulevar Villas del Rey entre Casa Blanca y Jesús García, en la colonia Urbi Villa del Rey, inicialmente se desconocía el sexo de la víctima la cual resultó ser una fémina, quien fue asesinada por un sujeto que posteriormente cayó en manos de la justicia y actualmente está vinculado a proceso, además de que se le decretó prisión preventiva. El presunto asesino de Nohemí Alejandra como se llamaba la mujer es Aarón Enrique, cuyo aspecto patibulario es más que evidente por lo que tiene que ser investigado en relación a otros homicidios. Llama la atención, ya que es un caso reciente y eso es precisamente lo que tiene que hacer la fiscalía estatal; resolver asuntos recientes para sacar de circulación a esos especímenes que son letales para la sociedad. Indudablemente que son sujetos que buscan la manera de defenderse porque al menos, el sujeto en cuestión, en la primera audiencia ante el juez se reservó a declarar. Ojalá que casos como este continúen siendo resueltos. Hay muchísimo por hacer en materia de investigación y solo con este tipo de logros se va avanzar… NO HAY QUE OLVIDAR que hasta ahora la Fiscalía General de Justicia del Estado que encabeza, Claudia Indira Contreras Córdova, continúa dando trastumbos en el esclarecimiento de los arteros asesinatos de nuestro exdirector general y fundador de Medios Obson, Jorge Miguel Armenta Ávalos y el candidato a la alcaldía de Cajeme y exprocurador de justicia, Abel Murrieta Gutiérrez, debido a que las pesquisas se mantienen empantanadas y con cero avances. Qué lástima que no haya la inteligencia suficiente para aclarar estos dos proditorios crímenes en los que solo siguen hilvanando fracasos tras fracasos, por parte de una fiscalía cuyos titulares se jactan de ser modelo a nivel nacional. ¿Cómo estarán las demás? Dan pena ajena, pero luego seguimos, Dios mediante.