El incremento que han tenido los fertilizantes, diésel y otros productos que se utilizan para producir una hectárea durante el 2021 sigue preocupando a los productores de la región, ya que para muchos de ellos esta se está volviendo incosteable, lo que pone en riesgo que sigan con la actividad en el 2022.
Señalan que, para el próximo año, no se tendrán apoyos a la agricultura comercial, lo que impactará aún más la actividad, porque se espera una disminución en los volúmenes de producción y con ello, un encarecimiento en los alimentos al público, debido a que producir aproximadamente una hectárea de trigo cuesta alrededor de 25 a 30 mil pesos.
Insisten en que las políticas públicas dirigidas al campo deben cambiar y apuntalar la producción de alimentos a gran escala, debido a que es la única forma de lograr la autosuficiencia alimentaria.
Si bien es cierto que los precios de los granos siguen siendo muy atractivos a pesar de estar por debajo de los máximos que alcanzaran este año, los costos de producción también se les han elevado en forma exorbitante, generando que los márgenes de utilidad se vean disminuidos de manera importante.
Ante el fuerte incremento en el precio de los energéticos, los agricultores están teniendo costos mucho más elevados en los fertilizantes, agroquímicos y diésel que ocupan para la producción, debido a esto, los productores en reiteradas ocasiones han hecho un llamado al Gobierno Federal a que se apoye la agricultura comercial, en beneficios de miles de familias que se dedican a la actividad.