LO BUENO.
La salida de Trump y la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca. No solo Mr. Donald se fue por cumplir su ciclo, sino que también fue despedido con su correspondiente impeachment por poner en peligro la democracia.
La captura de Mario Marín, exgober precioso de Puebla, por los agravios cometidos contra la periodista Lidia Cacho.
Las elecciones federales y locales en este país, que transcurrieron con relativo respeto inter partidario y determinada certeza.
La reunión del presidente de México con sus pares de Estados Unidos y Canadá.
La reciente reunión de empresarios con AMLO, en donde se vieron cosas bastante interesantes.
La apertura de la frontera con Estados Unidos, para así regresar a la normalidad el tráfico de mercancías, turismo y otras actividades.
Los 72 millones de mexicanos vacunados contra el virus SARS-CoV-2 (Covid- 19).
El procesamiento de Emilio Lozoya, con su correspondiente prisión preventiva, dejándose ya la farsa de “el colaborador” con la justicia.
La ejecución de la orden de aprehensión contra Cuauhtémoc Gutiérrez, ex dirigente del PRI en CDMX, por trata de personas.
La bacheada en los principales cruceros por parte de alcalde Lamarque.
La bacheada de la asociación civil “Yo Jalo por Obregón”, en donde han dado la muestra de que la sociedad civil organizada es capaz de hacer cosas muy buenas.
LO MALO.
La galopante inflación que se vino y la correspondiente alza de precios, sobre todo en la canasta básica.
La falta de generación de empleos y la falta de apoyos al campo.
La intervención del crimen organizado en las elecciones federales y locales.
La no creación de programas tangibles relacionados a la seguridad pública.
El exceso de migrantes que de inicio iban de pasada por el país, pero que terminaron quedando en municipios, en donde los servicios públicos son deficientes aun para los propios connacionales. Ya vendrán nuevos cinturones de miseria.
La persistente idea de seguir otorgando al ejército actividades que son ajenas a su naturaleza como institución.
La no corregida política nacional de vacunación, que, aunque avanza, de repente agarra rumbos regresivos, dejando a un lado a la niñez mexicana, aun ante la llegada inminente del Ómicron.
La prisión preventiva dictada a José Manuel del Río, Secretario Técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, por parte de un juez de Veracruz, en donde se dice se ha obrado por vendetta y consigna de un gobernador de horca y cuchillo, de nombre Cuitláhuac García Jiménez. El propio Monreal lo cuestiona.
LO FEO
Los 26 muertos por el ‘trenazo’ en la línea 12 del Metro en la Ciudad de México.
La denuncia penal del presidente de la Cámara de Diputados contra los Consejeros del INE, más su “retiro” por cuestiones de falta de cálculo político (va incluido el “estate quieto” de López Obrador contra el jarocho).
La salida de Santiago Nieto de la UIF, por motivos desorbitados
Las más de 700 muertes violentas en Cajeme, que han posicionado al municipio en el cuarto lugar más inseguro, con las consecuencias de ruindad, desolación, viudez, orfandad, inhibición a la inversión y muchas cosas más.
Los miles de robos a comercios y casas que siguen imparables en Obregón.
La placa ignominiosa de Mariscal, en donde en una sopa de letras enlista a ciudadanos distinguidos, con muy buenas faltas de ortografía del profe.
El premio de refrendo a varios funcionarios mariscalistas por parte del actual alcalde, muy a pesar de la crítica constante que se le ha hecho a esa administración, por dentro y por fuera.
La ausente inversión pública y privada en Cajeme, que ha frenado el desarrollo del municipio.
El desfile de cientos de enfermos mentales en las calles de Obregón, sin que el sector salud intervenga.
La normalización de la violencia en las nuevas generaciones de nuestro municipio, en donde ya se ha permeado la subcultura de la muerte.
Nota bene. Sabemos que nos quedamos cortos ante tantos acontecimientos, pero a pesar de lo bueno, lo malo y lo feo del 2021, se le desea amable lector un bendecido y próspero año 2022.
Nos vemos hasta el otro año…