CIUDAD DE MÉXICO — El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador fue sometido el viernes en la tarde a un cateterismo cardiaco en el Hospital Central Militar, anunció el gobierno.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, dijo en un comunicado difundido en Twitter que, tras unos estudios rutinarios preventivos, el equipo médico consideró necesario realizarle a López Obrador un “cateterismo cardiaco”, intervención que se efectuó a las 16:30 horas y se extendió 30 minutos.
“En este procedimiento se encontraron el corazón y las arterias del señor presidente sanos y funcionando adecuadamente. No fue necesario realizar otro tipo de intervención”, señala el comunicado. El mandatario se encuentra en “perfecto estado de salud” y mañana reanudará sus actividades, añade.
López Obrador sufrió un infarto hace ocho años y fue sometido a una cirugía coronaria.
Más temprano, el coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez, informó en Twitter que el gobernante ingresó al hospital militar para someterse a una revisión médica de rutina.
Hace unos días se anunció que López Obrador había superado un segundo contagio de coronavirus.
El mandatario de 68 años reapareció el 17 de enero sin mascarillas —como suele hacer— en su conferencia matutina, de la que se ausentó una semana luego de anunciar que estaba infectado.
“Es demostrable que esta variante no tiene la misma gravedad de la anterior, de la variante delta”, dijo López Obrador, y aseguró que presentó síntomas leves.
La rápida recuperación del mandatario generó dudas entre algunos especialistas, los cuales expresaron que los casos de la variante ómicron suelen extenderse hasta diez días y presentan secuelas.
López Obrador se contagió por primera vez en enero del año pasado y superó la enfermedad sin complicaciones.
Durante los últimos días se ha registrado en México un incremento significativo en los contagios de COVID-19, especialmente de la variante ómicron, lo que ha llevado a las autoridades de algunos estados a endurecer los controles y limitar las concentraciones en comercios y lugares públicos.
México acumula hasta la fecha 4,5 millones de contagios por coronavirus y más de 300.000 defunciones, pero se realizan tan pocas pruebas diagnósticas en el país de 126 millones de habitantes que una revisión gubernamental de los certificados de defunción sitúa el número real en casi 460.000.