EN VERDAD que, si resulta complicado para el capitán de navío, Claudio Cruz Hernández, comisario de Policía Preventiva y Tránsito Municipal afrontar el incierto y sombrío panorama que se advierte en todos los rincones de la población, al no contar con la persona idónea en cuanto a conocimientos y sobre todo experiencia en el plano operativo, para que lo respalde en la elaboración e instrumentación de un plan de acciones de vigilancia y prevención del delito lo cual es fundamental para disuadir y desalentar todo tipo de delitos. Para nadie es un secreto que si los agentes preventivos realmente se dedican a realizar labores de vigilancia los resultados no se van hacer esperar, pero, para ello es indispensable que se regrese el parque vehicular que se les quitó a varias demarcaciones para que fueran utilizadas por personal de la Secretaría de la Marina. Es básico que cada sector cuente con sus respectivas unidades y mayor personal, para que se dediquen solo a cumplir con las tareas esenciales de la corporación que son vigilar y prevenir delitos. Hay olvidarse de andar de ‘rápidos y furiosos’, que no es otra cosa más que andar bajando a quien agarren mal parado. Está comprobado que, la captura, de presuntos delincuentes se ha realizado a través de labores de patrullaje y reconocimientos de los propios agentes policíacos que conocen muy bien su territorio y esto les permite detectar cualquier vehículo sospechoso y con apoyo de sus compañeros llevan a cabo revisiones y en algunos casos de esta forma han detenido a gente fuertemente armada y a otros más, con droga… NO HAY QUE OLVIDAR que la Policía Preventiva de Cajeme no hace mucho tiempo era una de las mejores no solo en el Estado de Sonora sino a nivel regional, pero con eso de que algunos exjefes policíacos fueron cooptados por la delincuencia y nació en ellos la desmedida ambición de hacerse millonarios a cambio de servir a execrables intereses lo primero que hicieron fue impedir que la tropa cumpliera con su deber, ya que al momento de detener a uno o más sujetos armados, debido a los compromisos, altos mandos comenzaron a dar órdenes que los dejaran en libertad. Lo malo es que todavía hay esa clase de gente en la institución y esto relajó en gran medida el cumplimiento del deber de los uniformados. Hay que recalcar que se cuenta con elementos muy valiosos, pero también temerosos de hacer su trabajo porque al estar el enemigo en casa ellos mismos se encargan de ponerlos en la cruz y luego vienen el cobro de facturas con sus muertes, de ahí la importancia de contar con una corporación sana sin individuos ruines y sin escrúpulos que, con tal de tener fastuosa casa y traer un buen vehículo son capaces de vender hasta su propia progenitora… SIN EMBARGO, la batalla no está perdida porque si se tiene la voluntad de llegar a las entrañas de la corporación se van a dar cuenta que es solo un grupúsculo quienes han influido de manera determinante para que la Policía Preventiva no cumpla con su cometido de imponer su autoridad, no solo contra el débil sino contra quienes creen tener una potestad que, serviles representantes de la ley les han dado al convertirse en sus vasallos y esto para nadie es un secreto, por lo que se ha insistido en que ahora la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (Femdo), antes Seido, intervenga la corporación y actúe con todo la fuerza del Estado, ante la imperiosa necesidad de arrasar con esas células cancerígenas que no permiten que la institución cumpla con su cometido… CUANDO LLEGÓ el capitán de fragata de la Secretaría de la Marina, Cándido Tarango Velázquez, intentó asustarlos con el petate del muerto, al advertirles que él y los infantes de Marina que traía a su cargo iban a trabajar de manera coordinada con la Seido para combatir la delincuencia y aprovechó para recomendarles que sí alguien andaba enredado que mejor rectificaran su camino porque él no iba a meter las manos al fuego por nadie. La verdad que se escuchó muy promisorio su mensaje que llegamos a tener la esperanza que esto iba a cambiar, pero comenzó a patear el bote y al ver que los índices criminales iban en aumento, cometió su peor error al empezar a buscar culpables. Para entonces ya había pedido no solo un voto de confianza sino varios, pero lamentablemente nunca cumplió y con ello no solo se ganó la desconfianza de la sociedad sino el repudio absoluto, al grado que la población no perdía ocasión para reprocharle sus torpezas y negligencias en las redes sociales y poco faltó para que la gente se armara de valor y saliera a las calles a exigir su destitución, debido a su rotundo fracaso y cuestionado desempeño. Ojalá no suceda no lo mismo con Cruz Hernández y empiece por buscar la manera en que tendrá que tomar el ‘toro por los cuernos’ sin mucha demora, en virtud de que los asesinatos no ceden y prueba de ello es que hasta ayer 10 de febrero se tenía un registro de doce ejecuciones lo que indica que las cosas no han cambiado mucho como para echar las campanas al vuelo. Por un lado, no disminuyen los ataques armados y por el otro las desapariciones forzosas siguen predominando y esto debe preocupar a quienes dicen estar comprometidos con la seguridad de la población… EN ESTE MISMO contexto mucho se ha insistido en que el gabinete de seguridad federal encabezado por la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) Rosa Ícela Rodríguez Velázquez, así como los titulares de Sedena y Semar, Luis Cresencio Sandoval González y José Rafael Ojeda Durán, se hicieran presentes en el municipio como mensajeros de la paz con algún plan estratégico que permita recobrar la quietud y tranquilidad que siguen extraviadas en nuestro entorno. Se esperaban mayores resultados del trabajo que realizan agentes federales de la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase) y personal de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, pero tal parece que el fantasma de la fuga de información sigue estropeando sus objetivos, además de que es elemental que la Policía Preventiva como su nombre lo dice cumpla con la prevención del delito, pero, es preciso agrupar de nuevo al cuerpo policíaco y que en las Brigadas de Operaciones Mixtas solo participen Marina, Guardia Nacional, Policía Estatal de Seguridad Pública y tropas castrenses, de tal forma que los preventivos retomen su labor esencial… POR SUPUESTO que no va a faltar quien diga que en tanto no se haga un saneamiento en las filas de la misma dependencia nada va a funcionar y en estricto apego a la realidad le asiste la razón, por lo que una vez purificada la Policía y Tránsito Municipal, deben regresar a sus demarcaciones con más unidades y estado de fuerza y seguro estamos que se iba a constituir en otro frente de batalla para afrontar la delincuencia. Creemos que una vez depurada la institución podría ser reincorporada al C5i con la plena confianza que no habría riesgos de fuga de información motivo por el cual, se presume fue excluida de esa plataforma integral que se creó con la más elevada tecnología para la construcción de la seguridad ciudadana y combatir al crimen. Insistimos en que algo se tiene que hacer en un corto plazo porque de nada va a servir los esfuerzos que hacen unos y otros de plano no… ALGUIEN nos comentaba que el Gobierno municipal no puede encasillarse en las imposiciones del Gobierno Federal y echar por la borda la posibilidad de que tenga que recurrir a jefes policíacos consolidados que podrían ser claves en lo que respecta a la operatividad que, es donde más se adolece y está la clave del éxito para pacificar al municipio. Insistimos en que una de las cartas fuertes continúa siendo el comandante de la AMIC y capitán retirado del Ejército Mexicano, René Barranco Zárate, debido a que dejado notable huellas de trabajo y resultados en su desempeño en la SSPM. Lo mismo que el extitular de Seguridad Pública de Guaymas, José Norman Castillo Medrano, quien también es un amplio conocedor en materia policiaca y penal, además que son personas con gran arraigo en nuestra ciudad. Su capacidad y experiencia son suficientes para no dejar lugar a dudas que con ellos no se va a experimentar. Es tiempo de buscar alternativas de solución y no dejarlo todo a la suerte de Dios porque el riesgo está latente para todos ciudadanos… Luego seguimos, Dios mediante.