Las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia realizaron ejercicios supervisados por el presidente Vladimir Putin el sábado, y Washington acusó a las tropas rusas concentradas cerca de la frontera de Ucrania de avanzar y estar “preparadas para atacar”.

Con el aumento de los temores occidentales de una guerra, los ministros de Relaciones Exteriores del grupo G7 de naciones ricas dijeron que no habían visto evidencia de que Rusia esté reduciendo su actividad militar en el área y seguían “gravemente preocupados” por la situación.

Después de que Kiev y Moscú intercambiaron acusaciones sobre nuevos bombardeos cerca de la frontera, Francia y Alemania instaron a todos o algunos de sus ciudadanos en Ucrania a irse. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo que las fuerzas rusas estaban comenzando a “desplegarse y acercarse” a la frontera.

Rusia ordenó el aumento de las fuerzas militares mientras exigía a la OTAN que impidiera que Ucrania se uniera a la alianza, pero dice que las advertencias occidentales de que planea invadir Ucrania son histéricas y peligrosas. Moscú dice que se está retirando, pero Washington y sus aliados dicen que la acumulación va en aumento.

Washington y la OTAN dicen que las principales demandas de Moscú son imposibles, pero en Ucrania aumentan los temores sobre los planes de Putin.

Expresando su frustración en una conferencia de seguridad en Munich, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, dijo que la arquitectura de seguridad global estaba “casi rota”. Instó a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, Alemania y Turquía a reunirse para elaborar nuevas garantías de seguridad para su país.

 

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