AYER, RELATIVAMENTE a temprana hora quedó al descubierto un impactante acontecimiento en un domicilio de la colonia Faustino Félix, frente a la escuela primaria “Adolfo López Máteos”, cuando una mujer de 83 años y su hijo de aproximadamente 45, fueron hallados sin vida en la puerta de una de las habitaciones de su vivienda que, estaba debidamente cerrada por lo que una hermana de la señora fallecida tuvo que recurrir a los servicios de un cerrajero. Solo así, lograron abrir la puerta principal y otros accesos interiores. Junto a la mano izquierda del extinto hijo de la octogenaria se localizó una pistola, tipo revolver, calibre 357 Mágnum. De acuerdo al escenario y a las circunstancias del hecho, todo apunta a que el hombre privó de la vida a su progenitora y después puso fin a su existencia. Se estimó que ya tenían cerca de 72 horas de fallecidos. Las manchas hemáticas estaban secas. ¿Qué motivos pudieron haber pasado por la cabeza del hombre para dar muerte a su madre y luego terminar con su vida? Se dijo que tenía veinte días de haber arribado de los Estados Unidos de Norteamérica, donde formó parte de la Marina estadunidense, además de que fue combatiente de la guerra. El dolor de la familia, debe ser indecible, desde la perspectiva que se analice. Aunque nuestra sociedad vive convulsionada por tanta violencia y criminalidad, justo es reconocer que no es un hecho común, por lo que seguramente generó singular alteración en el ánimo de las familias cajemenses que, no estamos acostumbrados a este tipo de excepcionales sucesos. Habrá que esperar el dictamen de las autoridades investigadoras que se esperaba que ayer hicieran un pronunciamiento al respecto, pero hubo silencio total… SEMEJANTE episodio me hace remontar a otro hecho vivido hace más de treinta años en el seno de una familia de la colonia Campestre, donde un estudiante del séptimo semestre de Psicología de una universidad local dio muerte a su padre, madre y una hermana. El parricidio ocurrió la mañana de un Jueves Santo por la calle Eduardo C. García entre Coahuila y José María Pino Suárez. Recuerdo que ahí mismo, el entonces comandante local de la desaparecida Policía Judicial del Estado (PJE), don Jesús Estrada Medina, capturó al multihomicida que utilizó un cuchillo de cocina para apuñalar a su progenitor que era maestro de la antes llamada Escuela Secundaria Federal número uno, ubicada hasta nuestros días, en calles Campeche y California, en la colonia Chapultepec. Todo derivó de una discusión que sostuvo el desquiciado muchacho con su padre que se oponía a prestarle su automóvil para salier a pasear con su novia, objetivo que logró después de haberle arrebatado la vida sin misericordia a sus padres y hermana empleando la misma arma homicida. Comenzaban a caer las primeras sombras de la noche de ese Día Santo, cuando el mismo tipo llegó a su hogar con un plan debidamente maquinado y avisó a las autoridades lo ocurrido a quienes decía eran sus seres queridos, pero el comandante Estrada Medina frío y calculador como era, descubrió en la cajuela del automóvil que traía el desquiciado muchacho indicios contundentes para asegurarlo como el principal sospechoso de la muerte de sus progenitores y consanguínea, y por lo visto no falló. Recuerdo que el asunto se ventiló en el Juzgado Primero del Ramo Penal, cuya titular era la hoy magistrada, Irma Meza Vega, quien por cuestiones procesales realizó varias reconstrucciones de hechos para fortalecer el proceso penal… FINALMENTE, nunca supimos a cuantos años fue sentenciado. Lo que sí me enteré es que fue cambiado de reclusorio y se le consideró como un psicópata por las características de su personalidad manipuladora e impulsiva. Recuerdo que era muy serio y tenía una mirada muy imponente. Quién no recuerda ese caso que estremeció no solo a nuestra sociedad sino a toda la entidad sonorense porque en realidad creo que se trataba de un hecho sin precedentes. Quien debe acordarse muy bien de ese caso es el expolicía investigador, José Osorio Torres, ya que él junto con el también excomandante, Manuel de Jesús Félix Velázquez, respaldaron las pesquisas de Estrada Medina, quien fue un policía nato y con irrenunciable vocación que dejó inolvidable enseñanza entre quienes gustaban de trabajar a su lado por su liderazgo y empuje que siempre brindaba a la gente que lo rodeaba. Nunca la dejaba sola. Esa era la verdadera policía… APENAS COMENZABA amanecer el sábado anterior, cuando sicarios cobraron una vida por la calle Suiza, en la colonia Villafontana, de ahí que militares y policías no deben confiarse ni un segundo porque cuando menos lo esperan aparecen estos sujetos y destruyen la vida de quien ya traen encomendada como ocurrió con quien resultó ser un residente de la colonia Valle Dorado. Solo utilizaron tres balas calibre 9 milímetros para ultimarlo y huir en un pequeño auto, línea Spark, color blanco. Hace algunos días, militares detuvieron a dos emisarios de la muerte que acababan de asesinar a una pareja en la colonia Aves del Castillo, tras interceptarlos cuando huían en una motocicleta. Los tipos que se dirigían hacia la colonia Libertad fueron asegurados junto con un rifle de asalto AK 47, gracias precisamente a que soldados estaban cumpliendo con un patrullaje de esos que se requiere que continúen realizando, tanto en el día como en la noche y sobre todo durante el amanecer que es cuando más crímenes se han cometido. Se reitera que no pueden bajar la guardia, sí en verdad tienen el empeño de reducir la ola criminal…POR LO PRONTO, hasta ayer en la tarde, ya se tenía un registro de cinco muertes, ya que hay que decir que también el sábado se encontró sepultado en el traspatio de una casa abandonada de la colonia Urbi Villa del Real, el cadáver de un joven del Campo 2, Valle del Yaqui, que estaba desaparecido desde hacía seis semanas. Inclusive ya fue identificado por su madre, sin embargo, el cadáver no será entregado hasta que el Laboratorio de Inteligencia Científica Forense (CIF) entregue el resultado de las pruebas comparativas de ADN mediante las cuales se determinará que sean efectivamente los restos mortales de su hijo y se espera que sean entregadas en corto tiempo. Posteriormente durante la tarde del sábado y mañana de ayer se localizaron los restos óseos de otro hombre que igualmente estaba enterrado clandestinamente en el patio posterior de un domicilio de la colonia San Rafael. El hallazgo de los restos de ambos cadáveres lo hicieron integrantes del colectivo Rastreadoras de Ciudad Obregón a cargo de Nora Alejandra Lira Muñoz, que ya suman nueve casos de personas halladas en esas condiciones desde que inició del presente año… EN SAN JOSÉ de Bácum, también corrió la sangre, la tarde de ayer, tras haber sido ultimado un joven de 22 años muy cerca de la plaza del lugar. Por supuesto que por ahí no se les vio ni al Jefe de Policía y Tránsito Municipal, Oscar Verdugo Amparano, y mucho menos al subjefe, Ángel Cuevas Sánchez, ya que no son negocios tan redituables como los carros “chocolates”, a cuyos conductores tal parece que siguen “bajando” con sumas que oscilan entre cuatro y seis mil pesos, al momento de cruzar por esa cabecera municipal. Que mal hace el alcalde, Serge Enríquez Tolano, al permitir a esta clase de gente en su equipo de trabajo y más en un área tan delicada como lo es la seguridad pública. Lo más sano es que les dé las gracias y al menos el segundo de ellos se retorne a la ardiente Caborca, donde, por cierto, no se la acaba el comandante de la Policía Estatal de Seguridad Pública, Jesús Cruz Facio, con tantas embestidas del crimen organizado… Luego seguimos, Dios mediante. 

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