OTRA VEZ, ha comenzado a tomar fuerza la violencia, pero sobre todo la criminalidad, en Cajeme, con ejecuciones a diario lo que indica que algo está fallando en las tácticas de disuasión y presencia de elementos de la Guardia Nacional, secretaria de la Marina y agentes de Policía Preventiva y Tránsito Municipal que, tendrán que trabajar con especial afán y perseverancia sin bajar para nada la guardia porque está visto que los gatilleros a sueldo se mantienen en las calles al acecho de sus víctimas en ciernes y más en Villa Bonita, donde de nueva cuenta han comenzado a menudear los ataques armados con los consabidos asesinatos, quizás al sentirse impotentes y frustrados porque no están saliendo las cosas como debieran, ayer, después del crimen ocurrido en la llamada Villa, militares del 60 del Batallón de Infantería con sede en Esperanza, agredieron a golpes al agente de la Policía Preventiva, Trinidad Gil Salazar, quien está comisionado en la Comisaría de Esperanza, debido a que se opuso a ser revisado, en calles Niños Héroes y Cuitláhuac, en pleno centro de esa población. Lo grave del asunto es que estos mílites no tienen ninguna facultad para golpear a nadie o que digan en que artículo o apartado de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos refiere que tengan la atribución de andar golpeando a policías o a cualquier ciudadano. El asunto es del suyo grave por lo que el secretario de Seguridad Pública, Capitán de Navío, Claudio Cruz Hernández, tiene que intervenir e impedir que crezcan estas agresiones o la situación podría tender a complicarse con impredecibles consecuencias. Hay versiones que estuvieron llamando al director operativo, Jesús Alberto Navarro Velarde, pero tal parece que este puso oídos sordos a los reiterados requerimientos que hicieron elementos de la citada Comisaría, en virtud de que nunca contestó, aunque después se dice que arribó junto con el Comisario de Policía, Cruz Hernández, quien iba muy molesto, se intuye que con los mílites. Hay que decir que Los policías no son dejados, así que esto tiene que ser solucionado a la brevedad posible porque de lo contrario la sangre pudiera llegar al río, sencillamente porque nadie está dispuesto a ser golpeado por militares o alguna autoridad. Se comentó que el hecho se tornó más tensó, debido a que personal de la Marina arribó a Esperanza acompañando a Cruz Hernández, ante la agresión perpetrada por los integrantes de la soldadesca, como algunas veces lo escribió el maestro en letras y hoy cronista de la ciudad, Bernardo Elenes Habas. Insistimos, el problema tiene que tomar matices de solución cuanto antes sea posible porque esto podría complicarse peor que una enfermedad cancerígena. El asunto se tiene que ventilar en recintos oficiales y no en la calle como cualquier pleito callejero… AHORA BIEN, si bien es cierto que se ha señalado que algunos elementos de la policía cajemense está presuntamente contaminada y cooptada por el crimen, lo más saludable que deben hacer los soldados y sus mandos es investigarlos en lugares adecuados y mediante mecanismos más formales y no precisamente en la vía pública como si se tratara de pendencieros, a menos que en ese momento sorprendan infraganti a miembros de la tropa policial junto con delincuentes, entonces sí, ahí no hay discusión alguna y es válido que actúen la energía que amerite la situación, pero si es solo porque los señores mílites anden sumamente estresados, no se vale que saquen sus armas y apunten a los policías… ATRAE PODEROSAMENTE la atención que el ataque haya provenido de personal del 60 Batallón de Infantería. La pregunta es: ¿Por qué hasta ahora están tratando, según ellos, de imponer su autoridad?, sí son de casa y no provienen de otros batallones como ocurre con el 85 que llegó del Estado de Durango o el 71 de Hermosillo. En verdad que causa extrañeza e insistimos que resulta inexplicable y todavía más cuestionable que los militares a cargo del teniente coronel, Víctor Hugo Solís Trujillo, comandante de esa Unidad Militar con sede en Esperanza, ataquen de esa forma a elementos de la Policía Municipal a quienes encañonaron con sus armas de alto poder, en un evidente abuso de autoridad y además de lesiones contra el agente golpeado que está a cargo del comandante, Carlos Trujillo Castro. Esto no se había visto desde los tiempos del entonces coronel, Carlos Mederos Sánchez y cuando el titular de Policía Preventiva y Tránsito Municipal era el capitán retirado del Ejército Mexicano, Mario Alberto Andrade Ramos, lo que le valió que fuera amonestado por el entonces alcalde, Manuel Barro Borgaro, en la administración 2009-2012. Solo ocurrió una o dos ocasiones y estas fueron suficientes para que el llamado hijo de la madre lacandona de Chiapas, entendiera que no debía permitir ese tipo de humillaciones y mucho menos agresiones a policías y se acabaron, y es que resulta inconcebible que mientras Villa Bonita está plagado de hordas criminales no actúen contra ellos, pero si lo hacen con guardianes del orden. Repito, si los policías andan mal investíguenlos y turnéndolos a la instancia correspondiente…AQUÍ VA A SER necesario que intervenga el comandante de la 4ta Zona Militar, general, Jorge Ambia Minero y ordene una averiguación sobre lo sucedido porque no se pueden andar peleando militares y preventivos, mientras que entes de la delincuencia se pasean muy tranquilamente en los cuatro puntos cardinales del municipio y lo que es más grave destruyendo vidas. Ahora bien, alguien tiene que responder por la agresión cometida contra el agente policíaco que resultó con lesiones en el rostro. Este asunto no puede quedarse así, en el olvido, tampoco debe imperar la intransigencia en el tema si no es que necesario agotar el diálogo y hay que darle la razón a quien la tenga, pero eso sí, en ninguna parte de la Constitución Política dice que los soldados pueden golpear a policías. Se equivocaron y deben asumir su responsabilidad si el caso llega ante las instancias judiciales correspondientes… NUEVAMENTE agentes federales de la Coordinación Nacional Antisecuestros (Conase) junto con efectivos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) a cargo del comandante, Ramsés Arce Fierro, irrumpieron de nueva cuenta en calles de la colonia Libertad, específicamente en Marcelino Dávalos y Río Candelaria y catearon una casa, al parecer de seguridad. Hasta anoche se desconocían los resultados, pero en ese sector de la localidad han sacado muy buenos logros, por lo que habría que esperar para conocer los alcances obtenidos. Sin hacer mucho ruido, pero ambas corporaciones han dado notables reveces al crimen, debido a que se manejan con extremado sigilo en sus acciones… MAL HACE en vociferar un agente de la Delegación Náinari, identificado como Sergio René Pacheco Casanova, al arremeter acremente contra reporteros a quienes parece tener fobia porque servidores públicos como él son señalados de no cumplir con su trabajo y extralimitarse contra la ciudadanía. Resulta inexplicable que este tipo, aprendiz de policía esté dentro de las filas y lo que es peor que su comandante, Roberto Carlos Catarino Hernández Morales, no ponga atención a sus actitudes de perdonavidas. Este prototipo de gente es la que no debe pertenecer a la corporación porque según ellos por el solo hecho de portar uniforme se sienten autoridad, pero no se comportan y mucho menos actúan congruentemente como tal. Pronto les traeré las correrías de este indigno gendarme que nada tiene que hacer en el cuerpo policial. El tiempo apremia por lo que hoy hasta aquí la dejamos, pero luego seguimos, Dios mediante.