LIMA. El Congreso de Perú aprobó este lunes iniciar un proceso de juicio político contra el presidente Pedro Castillo, una medida promovida por la oposición que busca, por segunda vez en menos de cuatro meses, la destitución del mandatario izquierdista en medio de acusaciones de corrupción y baja popularidad.
Con 76 votos a favor, 41 en contra y una abstención, el Congreso admitió la apertura del proceso y la jefa del parlamento, María Antonieta Alva, convocó al presidente para que acuda el 28 de marzo y responda las acusaciones de supuestas faltas constitucionales durante sus funciones.
Al margen del proceso de juicio político, el Congreso espera a Castillo el martes para dar un “mensaje” al país, según una solicitud enviada por el mandatario el viernes al parlamento, y que fue aprobado por los legisladores más temprano.
El mandatario había superado en diciembre un primer intento de destitución porque no pasó la valla de 52 votos.
Para expulsar a Castillo del cargo, que asumió la presidencia a fines de julio, el parlamento debe de reunir al menos 87 votos de los 130 legisladores, un escenario poco probable por las divisiones en la oposición.
El Congreso otorgó la semana pasada su voto de confianza a un cuarto gabinete de ministros de Castillo.
Castillo puede acudir al Congreso junto a su abogado o enviar solo a su defensor para responder las acusaciones.
Medios peruanos difundieron a fines de febrero declaraciones de la empresaria Karelim López ante la fiscalía, que investiga presuntos actos de corrupción en el Gobierno, en las que vincula a Castillo con supuestos actos irregulares.
López, también sujeto de las pesquisas, busca acogerse a un proceso de colaboración con la justicia a cambio de beneficios.
Castillo “debe dar explicaciones inmediatas al país por sus reiteradas inconductas”, exigió el legislador Jorge Montoya, un marino retirado del partido de derecha Renovación Popular, al sustentar la moción de “vacancia” del presidente.