DE PLANO existen padres y madres de familia que, en gran medida, han contribuido al fenómeno de la violencia e inseguridad que agobia al municipio de Cajeme, en virtud de que no les importa en qué pasos andan sus hijos y a altas horas de la madrugada, como sucedió ayer a las 2:00 de la mañana, cuando agentes de la Policía Municipal del Sector Comercial, impidieron la huida de dos niños de 12 y 13 años que trataban de escapar después de haber cometido un cristalazo en una tienda de autoservicio, a donde se introdujeron a robar. Es tan precoz su mentalidad que uno de ellos se apoderó de una caja de chicles y el otro de una gorra empaquetada, pero, para ello hicieron uso de la violencia y por ello, seguramente se van a pasar un buen tiempo en el Instituto de Tratamiento y de Aplicación de Medidas para Adolescentes (Itama) en la guayabera población de Cócorit. Bueno fuera que algún avezado legislador promoviera en el parlamento sonorense una iniciativa de ley que contemple severos castigos para los padres de menores de edad que se dedican a delinquir desde corta edad, precisamente por la falta de atención y de manera esencial, de responsabilidad de sus progenitores. No es posible que el chiquillo de doce años ya haya comenzado a darle dolores de cabeza a las autoridades policíacas, a quienes se atribuye toda la culpa de lo que sucede, cuando en realidad es una responsabilidad compartida con los padres de familia… BUENO FUERA que el exdiputado suplente del expugilista, Orlando “Siri” Salido, de la anterior Legislatura, Juan Gabriel Pérez Pérez, quien en sus tiempos mozos fue elemento de la Policía Estatal Investigadora, la desaparecida PEI, mantenga relación con alguno de los legisladores actuales y lo asesore para que se le diera impulso a un decreto de esta naturaleza, en el sentido de que haya castigos para los jefes y jefas de familia que desatienden a sus vástagos a tal extremo que estos se dedican a vagar y delinquir no solo en horas del día sino de la noche y madrugada como sucedió ayer, con estos infractores de la ley, solo porque no hay nadie que esté pendiente de su conducta y amistades y es ahí donde comienza la degradación social, al comenzar siendo un simple ladrón y al paso de los meses y años se incorporan al sicariato y es hasta entonces cuando sus progenitores terminan dándose cuenta del grave error que cometieron. Aunque hay algunos padres de familia que de plano no les importa en que finaliza la vida de sus hijos, al dejarlos por completo a su suerte y es precisamente a esos jefes de familia, a quienes habría que imponerles sanciones y penas privativas de libertad. Algo se tiene que hacer, en virtud de que no es el primer caso donde se detiene a menores de edad incurriendo en delitos graves. Lo más lamentable es que cada vez su edad es más corta, como ocurrió esta vez con niño que ni siquiera parece tener edad, sino mucha menos. Indudablemente que el asunto merece toda la atención de las autoridades que trabajan mediante programas y acciones preventivas… LO ANTERIOR me hace recordar a una menor de 16 años que fue detenida en la colonia Benito Juárez en compañía de tres jovencitos de similar edad, hace ya algunos años. Todo comenzó con un asalto a una boutique de ropa situada por la calle Cananea, en el norte de la ciudad, donde se apoderaron de unos pesos y costoso teléfono celular. Los cuatro jovencitos fueron ubicados y detenidos gracias a que el aparato de telefonía traía sistema satelital GPS, lo que le permitió a su propietaria y elementos policíacos ubicar al juvenil grupo de presuntos asaltantes sobre la calle Obregón al norte, en la colonia Benito Juárez, donde fueron detenidos. Los tres varones fueron interrogados en la oficina del Departamento de Investigaciones. Mientras que la adolescente era cuestionada bajo el galerón donde estacionan las patrullas, en los patios interiores. Ella argumentaba que había sido despojada del vehículo que traía y el cual era propiedad de sus padres. En ese entonces, era un automóvil modelo reciente. Insistía en que había sido obligada por los otros tres jovencitos para acompañarlos a cometer el robo a mano armada, por lo que también se consideraba víctima de ellos. Sin embargo, al salir de la oficina donde se les interrogó, los tres adolescentes le reprocharon a la muchachita que se dejara de mentir y hablara con la verdad. Le recriminaron que el asalto ella lo había planeado y al ser confrontados los cuatro, la menor terminó por aceptar su responsabilidad. Este episodio se produjo entre el 2011 o 2013. En ese entonces se permitía a reporteros de la fuente policíaca, tomar fotos a los detenidos en un mural que estaba frente al departamento de barandilla. Recuerdo que la mamá de la jovencita suplicaba a reporteros que no fotografiaran a su hija, ya que sería perjudicada en sus estudios de preparatoria en una reconocida institución académica situada en el norte de la ciudad. Intentó justificar que ella era ajena a los hechos y cuando se enteró de la realidad; que ella había sido la responsable de planear el robo, recuerdo sus gritos y llantos, al reprocharle que ella como su madre no merecía semejante traición aduciendo que se habían sacrificado en darle todo para que no sufriera y solo se dedicara a estudiar y sacara adelante una carrera profesional. Difícil de olvidar como aquella madre quedó decepcionada, al grado que prefirió abandonar la Jefatura de Policía Preventiva y Tránsito Municipal, completamente desmoralizada. Solo se limitó a preguntar que de ahí a donde la iban a pasar a su hija y se retiró. Hay que reconocer que en ocasiones también nos equivocamos como padres… EN OTROS TEMAS, sigue fallando la vigilancia preventiva y por consecuencias los robos y asaltos se han convertido en el talón de Aquiles a causa de la falta de unidades policíacas y personal operativo, a decir de la misma tropa “sangre azul” que, se quejan amargamente de que en mala hora llegaron como altos mandos de la dependencia, Jesús Navarro Velarde e Isaías Soria Galván quienes de plano están convertidos en los villanos del cuerpo policial lo que ha generado un desánimo absoluto, al grado que hay quienes buscarán la manera de dialogar directamente con el secretario de Seguridad Pública, capitán de navío, Claudio Cruz Hernández, para exponerles las actitudes de estos oprobiosos personajes… HAY QUIENES se preguntan por qué no le aprendieron las formas y sobre todo la humildad y capacidad al ex comandante de la Policía Preventiva, Eliud Vargas Flores, quien en los meses que estuvo al frente de la Policía Preventiva mostró un comportamiento y enorme sentido humano y no se enemistó con nadie. Sumó en vez de restar y gracias ello siempre es recordado como un excelente jefe policíaco. Comentan que Navarro Velarde, les quita patrullas a comandantes de Comisarías solo para tenerlas sin uso, en un empecinado afán de causar perjuicio, sin comprender que el daño no se los hace a ellos sino a la sociedad y eso debe saberlo, incluso el mismo alcalde, Carlos Javier Lamarque Cano, quien debe reconocer que ese equivocó y nada vale pena para seguir sosteniéndolos en el cargo. No es afán de jorobar, pero los clamores se escuchan por todos los rincones de la SSPM, el único que no se queja es el indigno encargado de la Delegación Náinari, Roberto Carlos Catarino Hernández Morales, ya que lo consideran como el más arrastrado. Si estuviera con vida, Fernando Isaac Apodaca Lauterio, se iba a volver a morir porque en los tres años que estuvo al frente de la corporación lo hizo policía de verdad, pero ni hablar, cuando no se tiene calidad, no se tiene y ya… AUNQUE ayer fue día inhábil, los ladrones desde temprana hora comenzaron sus ilícitas actividades. Inicialmente, un empistolado despojó de 15 mil pesos a una empleada de empresa financiera, en la colonia Chapultepec. Después se sumaron otros robos a mano armada contra tiendas de conveniencia y así va a continuar mientras prevalezca el vacío de autoridad en el edificio de las calles 300 y Jalisco… Luego seguimos, Dios mediante.


