KIEV. Rusia advirtió a la OTAN contra el eventual despliegue de fuerzas de pacificación en Ucrania, por augurar que provocaría enfrentamientos militares entre tropas de Rusia y de la Alianza Atlántica.
Fue el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien avisó de las consecuencias de ese hipotético despliegue que procede de la propuesta pacificadora de Polonia, uno de los principales aliados de Kyiv y destino de millones de refugiados del país vecino.
El gobierno de Varsovia, a su vez, anunció este miércoles que el Ministerio de Exteriores ha convocado al embajador ruso y adelantó que 45 diplomáticos de ese país serán expulsados de Polonia.
El portavoz del gobierno polaco, Stanisław Żaryn, dijo que los servicios secretos han preparado una lista de 45 personas “de círculos diplomáticos rusos” que será remitida al ministerio de Exteriores para proceder a su expulsión, por considerar que “trabajan para el servicio de inteligencia de Rusia.
El jefe de la diplomacia rusa extendió sus críticas a Estados Unidos, país del que aseguró que está interesado en alargar “lo más posible” la actual “operación militar aliada” rusa en Ucrania.
“Ellos esperan seguir suministrando armamento a Ucrania. Se ve que quieren mantenernos lo más posible en un estado de combate”, dijo Lavrov.
El conflicto, del que este jueves se cumplirá un mes, ha dejado ya 121 menores muertos y más de 167 heridos de diversa consideración, informó hoy la agencia ucraniana Ukrinfom con datos de la fiscalía de menores.
Agregó que “como resultado de los bombardeos y los ataques diarios, 548 instituciones educativas resultaron dañadas, 72 de ellas quedaron completamente destruidas”.
En concreto, se trata de más de 220 escuelas y 155 parvularios, indicó. Además, más de cuarenta instituciones para niños, entre los que se cuentan centros médicos, escuelas de arte, instalaciones deportivas y bibliotecas, fueron alcanzadas por el fuego enemigo, añade en un comunicado.