La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, instituciones federales, organismos internacionales y compañías aseguradoras trabajan en un esquema piloto de aseguramiento para productores de pequeña escala de granos básicos, ubicados en regiones con pobreza y alto grado de marginación y que no pueden pagar la prima de un seguro, para que queden protegidos ante daños provocados por sequías o exceso de humedad.
El proyecto piloto, previsto para comenzar a operar en el ciclo primavera-verano 2022, propone que en caso de acceder a una indemnización ésta sea pagada directamente al productor por parte de la aseguradora, sin ningún tipo de intermediación, informó el titular de la dependencia, Víctor Villalobos Arámbula.
Al participar en el XVII Congreso Internacional de la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo del Seguro Agropecuario (ALASA) 2022, el funcionario federal sostuvo que el seguro es fundamental para la producción agropecuaria y pesquera, avanzar en la seguridad alimentaria y atender los efectos negativos en la población rural.
Ante la vulnerabilidad de las actividades primarias a los efectos adversos del cambio climático, abundó, los seguros representan un instrumento de respuesta estratégica para proteger la inversión y patrimonio de los productores de todas las escalas en México.
Villalobos Arámbula indicó que el sector primario es una actividad de riesgo y en lo general depende de las condiciones climáticas para su buen desarrollo, aunque en la actualidad cada vez es más frecuente ver contingencias y siniestros por los imponderables climatológicos.
Bajo este escenario, dijo, Agricultura cuenta por primera vez con una Dirección General de Gestión de Riesgos y que, recientemente, los integrantes de la Comisión Intersecretarial para la Atención de Sequías e Inundaciones (CIASI) validaron que sea la responsable de emitir las opiniones técnicas necesarias que sirvan como soporte para la activación de los Esquemas de Atención a Condiciones Emergentes operados por la banca de desarrollo u otras entidades vinculadas al sector.
En el evento, donde participaron productores, empresas aseguradoras privadas y públicas, organizaciones y autoridades de diferentes países de Latinoamérica, el secretario Villalobos Arámbula expuso que ante la mayor ocurrencia de huracanes, sequías, inundaciones y heladas es una prioridad contar con estrategias público-privadas para la atención y gestión de riesgos por efectos climatológicos negativos en la población rural.
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, agregó, América Latina se proyecta como una de las regiones más vulnerables ante los efectos e impactos del cambio climático, lo que podría incidir en escenarios futuros de bajos rendimientos de cultivos, mayor incidencia de incendios forestales, desertificación y cambios en los patrones de precipitación y tormentas, entre otros.
El director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, resaltó que entre las premisas del organismo están el apoyar el rol protagónico de los productores agropecuarios y destacar el papel fundamental de la ciencia e innovación como insumo para el diseño de las políticas agropecuarias.

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