Aprovechando que este fin de semana andará por estas benditas tierras señor presidente, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, queremos decirle que son muchas y muy variadas las demandas de los sonorenses, pero hay una que nos duele a todos y se trata de la ola violenta que se enquistó en este país, hace algunos años, donde Sonora no es la excepción. Gobiernos de distintos colores vienen y van, pero no vemos que ninguno haya dado en el clavo para frenar esta ola violenta que nos ha costado miles de vidas de sonorenses, la mayoría jóvenes, que han muerto a manos del crimen organizado. Sabemos que el presidente FELIPE CALDERÓN HINOJOSA, inició una guerra en contra del crimen sin una estrategia que le garantizara la victoria y los resultados ya los conocemos. Después ENRIQUE PEÑA NIETO, tomó como bandera de campaña el solucionar en corto tiempo el grave problema de inseguridad, pero igual los resultados también los conocemos. Todos los mexicanos sabemos que fallaron y que esas fallas nos han costado decenas de miles de vidas humanas. Y usted no fue la excepción, porque también tomó como bandera de campaña el solucionar el ya gravísimo problema y para eso votamos por usted el pasado 2018 que lo llevamos a la presidencia, esperanzados en que cumpliría sus promesas. Creemos que a tres años y medio de su gobierno ya es hora que deje de echar la culpa a los gobiernos del pasado y asuma su propia responsabilidad. ¿A partir de cuándo será culpa suya lo que nos está pasando? Como usted lo ha dicho es de humanos equivocarse y enderezar el camino. Usted se equivocó al implementar su estrategia fallida de “Abrazos no balazos” y no lo decimos nosotros, lo dicen los números, que nos hablan de alrededor de 120 mil ejecutados en lo que lleva su Gobierno, una cifra superior en mucho a los sexenios anteriores a esos que usted les echa tanta leña en sus conferencias mañaneras, que incluso nos coloca como el cuarto país más violento del mundo. Ante esa grave falta, que ya no parece error, sino más bien un capricho de su parte, consideramos urgente y necesario el cambio radical de estrategia en el combate al crimen, donde ni estamos de acuerdo con los abrazos, pero tampoco con los balazos. Consideramos que de parte de su Gobierno lo que deben hacer es capturar a los delincuentes y llevarlos ante los tribunales y no defenderlos a capa y espada como lo ha hecho desde el inicio de su sexenio y que la gente se lo ha tomado muy a mal, sobre todo en los últimos tiempos donde convoys de sicarios han humillado y hecho correr a nuestras fuerzas armadas, a las que tanto respetamos y tanta fe les tenemos, pero que hoy en día actúan bajo su fracasada estrategia y obedeciendo sus caprichosas órdenes. Los departamentos de inteligencia de Estados Unidos, han dicho que en México alrededor de 35 por ciento del territorio mexicano está ocupado por el crimen organizado, de donde vemos familias llorando al tener que abandonar sus hogares, su labor, sus animales y el Gobierno pareciera que está pintado. Pero no vamos muy lejos, es una verdadera vergüenza para su Gobierno, que en Caborca madres de familia ya estén publicando videos en las redes sociales, pidiéndole encarecidamente a los grupos del crimen que les devuelvan a sus seres queridos que se llevaron o que “levantaron”, porque aseguran que pedírselo al gobierno es tirarle pedradas a la luna. En Sonora ya suman decenas de miles de familias enlutadas que lloran la ausencia de un ser querido que murió abatido por las balas de crimen, o que se lo llevaron a la fuerza sin saber dónde se encuentra, al permanecer en calidad de desaparecido, sobre todo en los municipios de San Luis Río Colorado, Caborca, Guaymas, Empalme, Cajeme, San Ignacio Río Muerto, entre otros, donde el crimen hace lo que le da la gana, sabedor de que nadie hará nada en su contra. Debe saber que ya suman miles también los electores que votaron por usted y ya se arrepintieron, porque si usted hubiera sido sincero en su campaña política y hubiera dicho lo que iba a hacer, muchos no le hubieran dado el voto. Sin embargo, sus promesas fueron muchas y muy bonitas, pero los resultados han sido pocos y muy pálidos. Sabemos que su principal apuesta son los programas sociales que mal o bien, ayudan a mucha gente por lo menos para comer, pero no generan riqueza ni alientan el futuro económico del país, solo ayudan a vivir el día. Y de todas esas personas que controla gracias a su pobreza y necesidad, tiene el voto seguro, incluso con mucha razón lo defienden a capa y espada porque les tiende la mano. Pero a como vemos de graves las cosas en la actualidad, nos da para pensar que en las siguientes elecciones le será más difícil retener la presidencia y es casi seguro que otra vez no volverá a lograr la mayoría en el Congreso de la Unión, porque hay muchísima gente disgustada con usted, por muchos motivos, pero principalmente por la pérdida de tantas vidas humanas, que a usted parecieran no interesarle. Por otro lado, otro gran error de su parte ha sido descobijar a las policías locales, como las municipales y las estatales, al quitarles programas como el FORTASEG y FORTAMUN, para privilegiar a las fuerzas federales, porque mientras estas últimas trabajan con patrullas nuevas, uniformes impecables, armas de primera con parque suficiente, capacitación a la vanguardia y sueldos decorosos, las corporaciones locales andan a la cuarta pregunta. Y el gran problema es que las policías municipales y estatales, son siempre las primeras respondientes, son las que dan la cara, son las que se agarran a balazos con los sicarios, en tanto las federales se repliegan y no se presentan hasta que ya pasó todo y solo llegan prácticamente a tomarse la foto. Es una verdadera tristeza ver a policías municipales en patrullas convertidas en verdaderas chatarras, con uniformes descoloridos, relavados, rotos en ocasiones, con el calzado que parecen tortugas, con armas mohosas que no truenan ni echándolas a la lumbre, con sueldos bajos, sin capacitación, pero al igual que los estatales, son los que siempre dan la cara en los hechos de violencia. Corregir esa incongruencia señor presidente, sería un gran acierto de su parte, total las fuerzas federales, solo se pasean por nuestras calles como reinas del carnaval, en busca solamente de persuadir a los delincuentes, pero a estas alturas de la delincuencia, eso ya no es suficiente y se ríen de ellos los malandrines. Ojalá señor presidente que razone y medite, sobre todo lo anterior, porque es una realidad que debe corregirse, toda vez que no es ese el camino correcto y no lo decimos nosotros, lo dicen los sonorenses, respaldados por los tristes resultados. ¡Bienvenido señor presidente!