Para construir la paz, es necesario un trabajo “hormiga”, en la atención a las víctimas y la oración para reconvertir a los delincuentes que han sembrado la muerte, dolor y miedo en nuestro país, dijo el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla.
Entendamos que los victimarios son nuestros hermanos y necesitan de nuestra oración para abandonar el camino del mal, regenerarse y emprender una nueva vida”, afirmó.
En su homilía, el prelado pidió no dejarse expropiar por los “malhechores”, porque hay muchos todavía.
¡Ya basta! de esta situación del mundo y de México, porque la paz es un don de Dios y es una tarea de todos”, sostuvo.
El arzobispo habló en el marco de las jornadas de oración en las provincias de las diócesis de San Cristóbal de las Casas, Tuxtla Gutiérrez y Tapachula.
Anunció que el martes 12 habrá una jornada de oración de 24 horas y otras se realizarán en lugares que representen a todas las personas que han desaparecido o sufrido una muerte violenta, homicidios o feminicidios.