Existen aún muchas interrogantes sobre la detención de Rafael Caro Quintero,
Veamos:
Hay algunos que dice que, la detención del sinaloense, fue acordada (otros son más duros y dicen ordenada) con el Presidente López Obrador, en su reunión con Kamala Harris, la vicepresidenta de Estados Unidos, en una junta previa de él, con el Presidente Joe Biden.
A lo anterior y, en su mañanera del lunes reciente, AMLO declaró: “No, no, no, no, yo no trato estas cosas, estos son acuerdos que tienen que ver con intereses generales, nacionales. Un presidente de México no puede ir a tratar con un presidente de otro país el asunto de un presunto delincuente, eso era antes, nosotoros no”. Y agregó que antes, los presidentes se arrodillaban, pero ahora no.
Y puede ser que diga la verdad, no lo trató con Biden, en una reunión que fue videograbada, pero si pudo haberlo hecho con Harris, en su reunión privada.
Y es que, consideremos: es obvio que al presidente mexicano no le fue nada bien en su visita a la Casa Blanca, donde fue tratado no como jefe de estado, sino como un visitante equis. Vamos, no fue recibido a las puertas de la residencia oficial gringa, por el Presidente, como se acostumbra, sino recibido por el jefe de protocolo, un puesto de tercer nível en el escalafón.
Y si nos atenemos a la vieja afirmación de que, una imagen dice más de mil palabras, Andrés Manuel se notaba incomodo en todas las fotos que publicaros de su reunión con Biden. Luego entonces, quizá la vicepresidenta le había exigido que detuvieran a Caro Quintero, y hasta ofreció datos para su localización y eso no le gustó nadita al nacido en Tabasco.
Aún cuando Caro Quintero ya no era uno de los principales líderes del narco en México, para los gringos si era prioritaria su detención, puesto que, hace 37 años ordenó la muerte del agente de la DEA Enrique Camarena y eso, no lo olvidan los estadounidenses.
El caso es que, casualmente, tres días después de esa visita, detuvieron a Rafael Caro Quintero. Saque pues usted, conclusiones.
Ahora bien, con la detención de Caro, será acaso que, cuando menos en Sonora donde se dice que operaba, ¿disminuirá la violencia?
Yo creo que no, porque ya nos dice la historia que, cuando un líder criminal muere o es detenido, de volada otro ocupa su lugar. Caso concreto, como ejemplo, es que, con el encarcelamiento de Joaquín el Chapo Guzmán y posterior extradición, sus hijos, los apodados los chapitos, tomaron el mando.
Son muchas las preguntas y, las respuestas, y éstas vendrán en los siguientes días o meses, aunque roguemos, para que en nuestro municipio, hasta donde se dice llegaba la influencia de Caro, la violencia se atempere.
ALITO, CON UN PIE FUERA DEL PRI
No es un secreto que, el Presidente Nacional del PRI, Alejandro Moreno, Alito, ya es un lastre para el PRI.
Se dice y percibe que, su caída, está impulsada desde lo más alto del poder en México, es decir, desde Palacio Nacional, puesto que el príista faltó a su palabra de votar a favor de la reforma energética de AMLO, cuando ya la había empeñado. Y López Obrador no es vengativo, pero tiene buena memoria.
Luego entonces, no nada más en ese partido y desde palacio nacional, los exdirigentes del mismo y otros personajes gargantones están exigiendo su cabeza, sino que también, de los otros partidos que pretenden ir en bloque contra MORENA en el 2024, exigen su salida para poder llegar a acuerdos.
Y mire usted, lo que son las cosas, en una reciente encuesta de Mitofski, MORENA arrasa en 29 de los 32 estados de México, si se toma en cuenta como partido único, es decir, sin coaliciones.
Si se hace la Alianza PAN, PRI, PRD, las cosas no cambian mucho.
Pero, si la Alianza es total (incluido Movimiento Ciudadano), es decir, todos los otros partidos que no están con MORENA y el Verde y el PT, entonces las preferencias del partido de AMLO y aliados, cambia y pierden en 11 estados.
Sí, ya sé, de cualquier manera sigue MORENA mejor postulado para el 2024, pero, falta aún ver como vive Andrés Manuel sus últimos meses como presidente porque, pues, las cosas, no le están saliendo del todo bien y eso cuenta.
Sigue fuerte, sí, pero cada día tiene más problemas y eso pesa. ¿o no?