Vamos puntualizando: El problema del agua en México, es una cuestión de memoria. ¿Porqué lo digo? Bueno, pues revisemos la historia del caso de Sonora, misma que se repite en varios estados de México.
En el año 2003, Obregón sufrió una de las peores crisis hídricas de su historia. La presa del Oviáchic, no daba nivel para soltar agua por gravedad en ambos canales, alto y bajo, pues, había tan poca agua, que no llegaba a la boca toma (o como se llame) y entonces, el Distrito de Riego del Río Yaqui, con alta conciencia social, implementó un sistema de bombeo para abastecer agua a la ciudadanía.
Luego, empezó a llover con mayor regularidad y fue entonces que, el corrupto ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, por sus pistolas (y ayudado por Manlio), decidió que siempre habría agua en la cuenca del río Yaqui y construyó el Acueducto Independencia.
Hoy, con las recientes lluvias, la presa del Novillo, se encuentra a un 35% de su capacidad (un punto porcentual más que el año anterior en la misma fecha), pero, la Angostura está apenas en un 13.8% y el Oviáchic al 14.6%, es decir, ni la mitad de los niveles del año anterior.
Pero ya lo dijo el desinformado presidente de México, Andrés Manuelito López Obrador y cito: “Se han hecho obras en la presa El Novillo para tener más profundidad en el bombeo y llevar más agua al lugar, así, Sonora no tendrá problemas de falta de agua”. Cuanta ternura, el de Macuspana cree, que Sonora es Hermosillo o, le vale lo que pase en el resto del estado.
Regresando al tema del agua y la memoria, el año pasado, Hermosillo estuvo a 15 días de quedarse sin agua, por estas mismas fechas. Luego llovió, y al parecer a Conagua y a la CEA, se les olvidó el problema.
No podemos, ni debemos, esperar a que llueva para resolver un problema que cada vez está más presente; cada año, llueve menos.
El precandidato de MORENA a la Presidencia de México en el 2024, Adán Augusto López (es otro López), en su visita antier a Hermosillo, Sonora, propuso: “llevar a esa entidad norteña agua potable desde Tabasco, debido a que en esa región del sureste mexicano se cuenta con el recurso natural de manera abundante”.
Okeiiiiiii… supongamos, sin conceder, que esto fuese posible y que entonces, se traería agua desde el río más caudaloso de Tabasco, es decir, el Usumacinta, hasta Hermosillo (porque éste también, Adán, ha de creer que la capital es todo Sonora), y nos damos cuenta de que, la distancia entre ambos puntos, son 2,864 (Google Maps dixit), con lo cual estamos ante un absurdo mayor. ¿Cuánto dinero habría que invertir para traer el agua desde allá?
Y bueno, eso no es todo, también Nuevo León pretende hacer lo mismo, y ya de pasadita Torreón y/o Zacatecas y luego, pues capaz de que secan el Usumacinta, ¿qué no?
Definitivamente el trasvase de agua de una cuenca a otra, además de ser ilegal, no es la solución.
Existe una historia que pocos conocen o, por conveniencia, se les olvida.
Cuando Claudia Pavlovich asumió como gobernadora de Sonora, declaró que se construiría una desaladora (paréntesis mamilas; desaladora porque quita sal, si fuera desalinadora, quitaría salinas, gracias) en el Cóchorit, para abastecer en primera instancia a Empalme y Guaymas, y posteriormente a Hermosillo. Hábil la señora, con eso desarticuló, por unos años, el movimiento de No al Novillo
En la segunda etapa entonces, al supuestamente suministrar agua hasta la capital, se pensó entonces que, ya no sería necesario quitarle agua al Yaqui para llevarla a Hermosillo. Peeeerooooo, pues hasta ahí llegó la cosa, nunca más se vio la intención de construir la siguiente etapa y hace 6 días, el Gobernador Durazo inauguró la desaladora, y nunca se mencionó la intención de hacer eso, acrecentar la planta para resolver para siempre (a menos que se seque el mar) el problema de Hermosillo.
Algo está bien, porque es este un paso donde creo yo (y solamente escribo por mí), es el paso conducente: desalar para producir más agua, porque la de lluvia ya no alcanza.
Pero, dijo Durazo: “En Sonora está garantizada el agua, además de las plantas (desaladora), se puede traer agua de otros estados a través de acueductos”. Las preguntas son: ¿a qué costo? Y dos, ¿querrán los otros estados colindantes como Sinaloa y Chihuahua soltarnos agua? Digo, porque traerla desde Tabasco es una locura y los otros estados del norte, en mayor o menor medida, andan por las misma que Sonora.
He ahí el dilema de la falta de memoria
Gracias