NUEVA YORK. Estados Unidos aprobó el viernes un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por 270 millones de dólares, incluidos cuatro sistemas de cohetes de precisión Himars.
Rusia ha “lanzado ataques mortales en todo el país, golpeando centros comerciales, edificios de apartamentos, matando a civiles ucranianos inocentes”, dijo a la prensa el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby.
“Frente a estas atrocidades, el presidente (Joe Biden) ha dejado claro que vamos a seguir apoyando al gobierno de Ucrania y a su pueblo durante el tiempo que sea necesario”, señaló.
La nueva ayuda elevará a 20 el número de sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad M142 enviados a Ucrania.
Kiev estima que los Himars, que pueden atacar con precisión objetivos en un radio de 80 kilómetros, le han permitido éxitos militares ante Rusia.
El paquete también incluye hasta 580 Phoenix Ghost, drones pequeños y portátiles que detonan sobre sus objetivos, así como 36.000 cartuchos de munición de artillería y cuatro puestos blindados de comando de vehículos, que pueden funcionar como centro de operaciones en el campo de batalla.
Gran parte de la ayuda, aunque no toda, proviene de un paquete de 40.000 millones de dólares para Ucrania aprobado por el Congreso en mayo.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, expresó a principios de esta semana la esperanza de que Estados Unidos proporcione hasta 100 unidades Himars, diciendo que podrían cambiar el rumbo de la guerra en favor de su país.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos ha puesto un límite al envío de cohetes de largo alcance por temor a que Ucrania pueda golpear objetivos dentro de territorio ruso, lo que puede llevar a Estados Unidos a involucrarse de forma más directa en la guerra.
Biden “cree que mientras un objetivo clave de Estados Unidos es hacer lo necesario para apoyar y defender a Ucrania, otro objetivo clave es asegurar que no terminemos en una circunstancia donde nos dirijamos hacia una tercera guerra mundial”, recalcó el consejero de seguridad nacional, Jake Sullivan, en el foro de seguridad en Aspen.
“Pero hemos movilizado miles de millones de dólares en equipo a un ritmo que cualquier análisis histórico razonable consideraría extremadamente rápido, y continuaremos haciéndolo”, agregó Sullivan.