Margarita Ceceña Martínez, madre de tres hijos, de 30 años, fue atacada por un grupo de familiares quienes finalmente la rociaron de gasolina y le prendieron fuego. Murió 24 días después en un hospital del municipio de Cuautla, donde ocurrieron los hechos.
Hasta el momento, la Fiscalía General de Justicia de Morelos no ha detenido a ninguna persona, lo que justificó diciendo en un comunicado que “continúa las investigaciones”. Las agresiones contra Margarita habían comenzado meses antes y fueron escalando. Fue víctima de una golpiza y aunque acudió a interponer la denuncia, las autoridades no le hicieron caso.
La víctima es madre un niño de meses, una niña y un adolescente. Junto con ellos y su madre llegó a Cuautla, donde nació, para recuperarse totalmente de las secuelas del covid-19. Ahí, para salir adelante aceptó el traspaso de un comercio de abarrotes. Sin embargo, esto provocó, según testimonios de la zona, la molestia de dos de sus primas, los esposos de éstas y una hermana de su madre.
Las agresiones comenzaron con insultos. En mayo pasado fue víctima de tres mujeres y dos hombres, todos sus familiares, quienes le propinaron una brutal golpiza que fue calificada por autoridades de la Fiscalía de Justicia como “lesiones leves”. Andrea Martínez, madre de Margarita, aseguró que en la Fiscalía les dijeron que tenía que ir prácticamente muriendo para que la denuncia cobrara efectos.
Uno de los sujetos, al que identifican como Primitivo, trajo un recipiente lleno de gasolina y se lo echó encima a Margarita y a su familia. La mamá y los dos hijos mayores de Margarita alcanzaron a correr. Ella no. Al parecer el mismo sujeto le prendió fuego con un cerillo y todo su cuerpo comenzó a arder, según testigos. Aunque Margarita intentó apagarse y varios vecinos la auxiliaron, su cuerpo registró quemaduras de tercer grado.
Los agresores huyeron del lugar corriendo. La tienda se incendió por completo. Margarita fue trasladada en el vehículo de uno de sus vecinos al hospital general de Cuautla. Ahí recibió atención primaria. Una semana después fue trasladada al Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) en la Ciudad de México, debido a la gravedad de las lesiones provocadas por el fuego.
Su cuerpo no aceptó los injertos de piel que le fueron trasplantados por especialistas. Sus heridas se infectaron y finalmente le provocaron la muerte. La madre de Margarita denunció que a pesar de que fueron presentadas denuncias por los hechos, las autoridades no han hecho nada al respecto.