En los últimos días el nombre de Jennette McCurdy ha sido tendencia en las redes luego de que se conocieran los detalles sobre su libro “I’m glad my Mom died” (Me alegro de que mi mamá haya muerto); el peculiar título y el contenido en el que narra cómo fue su relación con su madre, los abusos que vivió durante su etapa en Nickelodeon y más han hecho que de nuevo se cuestione el ambiente y el trato que hay en algunos medios de entretenimiento, sobre todo los infantiles.
El libro biográfico narra cómo era la abusiva relación que tenía con la fallecida Debra, su madre, quien la obligó a entrar al mundo de la actuación, llevándola a tener transtornos alimenticios, ansiedad y otros problemas por las altas exigencias.
Asimismo, McCurdy cuenta cómo fue su experiencia en la cadena Nickelodeon en donde saltó a la fama con programas como iCarly y Sam & Cat, detallando los abusos que existían por parte de ‘El Creador’ refiriéndose a Dan Schneider, escritor y productor de televisión.
Jennette McCurdy relata en su libro que fue presionada a beber alcohol a sus 18 años por “El creador” a pesar de que la edad mínima para su consumo en Estados Unidos es 21 años, y que en diversas ocasiones, ella y sus compañeros de ICarly eran comparados con los chicos de Victorious diciéndoles que se emborrachaban todo el tiempo y que los “niños buenos” de ICarly no podían quedarse atrás, además nos cuenta que fue obligada a usar bikini para una prueba de vestuario (donde fue grabada sin su consentimiento) aunque ella había aclarado desde un inicio que se sentía cómoda con shorts.
Otras cosas que nos cuenta en su libro son que su mamá la obligaba a contar las calorías, lo que le provoco bulimia. Ella dormía en el piso en un saco de dormir porque su mamá acumulaba mucha basura y no tenían espacio suficiente por lo que su casa estaba infestada de ratas debido a la cantidad excesiva de basura, sus abuelos dormían en el sofá.
Jennette comenta que había episodios de violencia doméstica de parte de su madre a su padre y que hubo una vez que su padre llegó tarde del trabajo, su madre se puso tan furiosa que lo corrió de la casa amenazándolo con un cuchillo. Su madre la obligaba a ella y a su hermano a bañarse juntos mientras ella veía (su hermano tenía 16 y ella 13) y su mamá tocaba sus partes íntimas mientras se duchaba con la excusa de hacerle un “exámen”.
No dejaba que Jennette tuviera amigas, lo único que quería que hiciera era que actuara, no podía hacer ninguna otra cosa más, le prohibió ser amiga de su excompañera Miranda Cosgrove porque “no creía en Dios”, y decía palabras altisonantes cuando se equivocaba en sus líneas.
Su mamá grababa todo su tratamiento del cáncer y obligaba a Jennette y a sus hermanos a ver los videos como manera de victimizarse.
Jennette detestaba actuar, pero sin embargo lo hizo para no decepcionar a su madre porque lo único que quería era verla feliz.
Nos cuenta que su mamá le dio el consentimiento de que fuera grabada cambiándose (desnuda) para la escena de concurso de señoritas, algo en lo que Jennette estaba completamente en desacuerdo ya que a su corta edad no le parecía apropiado sin embargo su madre la obligó.
También afirmó que los ejecutivos en Nickelodeon le ofrecieron 300 mil dólares como “regalo de agradecimiento” para callarse los abusos.