“Después de un examen médico realizado esta mañana, los médicos de la Reina están preocupados por la salud de Su Majestad y han recomendado que permanezca bajo supervisión médica”. Con esta noticia, el Palacio de Buckingham ha desatado la alarma en el Reino Unido este jueves. Isabel II (96 años) permanece en el castillo de Balmoral, su residencia de verano, y se mostró en público el pasado martes, cuando recibió a la nueva primera ministra, Liz Truss, para encargarle la formación de un Gobierno.
Ante el anuncio del delicado estado de salud de la Reina Isabel II del Reino Unido, la comunidad inglesa religiosa se ha solidarizado y ofrecieron rezos para su pronta recuperación.
El cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster y jefe de la Iglesia católica en Inglaterra y Gales, ha dicho que está “preocupado” por la noticia de la salud de la reina.
Desde hace varios meses, la Casa Real británica ha informado puntualmente de los “problemas de movilidad” que sufre Isabel II, que han obligado a reducir su agenda y cancelar varios actos públicos. Por primera vez en setenta años de reinado, la reina recibió en Balmoral, y no en el Palacio de Buckingham, en Londres, a la nueva primera ministra.