Cinthia Ramírez, una sargento del Ejército de Estados Unidos de origen mexicano, se ha convertido en la primera mujer del país especializada en un poderoso tanque de guerra, lo que considera una tarea “empoderante” y de gran responsabilidad.
Esta “tanquera”, de 23 años, es la primera mujer en servicio activo del Ejército estadounidense graduada como maestra artillera del Abrams M1A2, un vehículo blindado de 8 metros de largo, 3.5 metros de ancho y 2.45 metros de altura, que pesa unas 67 toneladas y tiene un costo de unos 9 millones de dólares.
Llegar a hacer historia en el Ejército de Estados Unidos no fue tarea fácil para la hispana de madre mexicana, en cuya familia no hay otros militares. “Mi familia no quería que yo estuviese en la infantería”, relata.
Recuerda que ingresó al Ejército cuando tenía 18 años “porque no tenía una dirección a tomar en la universidad, no sabía qué quería hacer”.