CIUDAD DE MÉXICO. La deuda de los estados y sus entes públicos alcanzó 644 mil 460 millones de pesos al cierre del año pasado, 17 mil 164.1 millones de pesos más que en 2021. Más de la mitad de ese dinero se debe a la banca comercial, la cual también tiene entre sus negocios con el sector público la liquidez que le garantiza el flujo de dinero del presupuesto federal, la administración de fideicomisos y la venta de seguros.
La Secretaría de Hacienda reportó que, al cierre del año pasado, 81.97 por ciento de los 644 mil 640 millones de pesos de obligaciones que pesan sobre estados, están garantizados con las participaciones federales; otro 3.57 con recursos etiquetados; 9.8 por ciento con ingresos propios de las haciendas locales y 4.57 con más deuda a corto plazo.
Por acreedor, el financiamiento otorgado por la banca de desarrollo alcanzó 235 mil 76.9 millones de pesos, 36.5 por ciento del registrado ante la dependencia federal; vía emisiones bursátiles, los estados captaron 52 mil 87.8 millones de pesos, 8.1 por ciento, y de organismos multilaterales y financieras de gobierno sectorizadas otro 1.1 por ciento.
Esta deuda es un negocio en su mayoría captado por la banca comercial, que, al cierre del año pasado, representó 54.3 por ciento del financiamiento reportado por las entidades a la Secretaría de Hacienda, un total de 350 mil 123 millones de pesos.
Casi dos de cada tres estados, 23 en total, terminaron el año pasado sin alertas en sus indicadores de deuda. En otra situación se encuentra Colima, donde las obligaciones a corto plazo con proveedores y contratistas sobre los ingresos totales alcanzaron 16 por ciento de los ingresos totales, lo que prendió los focos rojos del sistema, mientras el indicador de la deuda y de obligaciones sobre ingresos de libre disposición llegó a 7.7 por ciento, nivel que no llega a lo óptimo.
También con alertas, Coahuila registró niveles altos de deuda, en su servicio y de obligaciones sobre ingresos de libre disposición, lo mismo que Chihuahua y Quintana Roo.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda, ninguna entidad vio un incremento de igual magnitud en la tasa promedio a la que se financia como Chiapas, donde los intereses pasaron de 1.9 a 6.5 por ciento entre 2021 y 2022. A nivel nacional el encarecimiento del crédito promedió 4.7 y 6.9 por ciento entre un año y otro.