AUNQUE SI bien es cierto, que en los primeros seis días de la semana que acaba de concluir se habían cometido doce homicidios, el índice disminuyó en un cuarenta por ciento, en comparación a la semana anterior, en la que se perpetraron veinte asesinatos. Sin embargo, las embestidas criminales están presentes y muestra de ello es que solo el sábado se suscitaron seis crímenes, en tres dobles ejecuciones, en las colonias Esperanza Tiznado, Jardines del Valle y Villafontana. Fueron un total de cinco ataques armados que además dejaron una pareja lesionada en distintos hechos sangrientos, en los que también aparece en el mapa de sucesos el fraccionamiento Los Héroes, donde una mujer estuvo a punto de perder la vida bajo letales proyectiles de arma de fuego. Por fortuna, solo fue reportada como herida en un nosocomio de la localidad. La fatal jornada discurrió en los cuadrantes tres y cuatro, lo que, por supuesto, generó la preocupación de los comandantes de ambas demarcaciones, Roberto González Herrera, “El Choco” y Víctor Hugo Valdez Picos, respectivamente, a quienes por momentos les ha tocado bailar con la más fea, pero en apego a la realidad no ha quedado un solo sector sentido y hasta la noche del sábado se tenía un registro de 47 homicidios, en dieciocho días. Una cifra muy elevada… ANTE TAL situación no se puede pregonar mejoría, con la salvedad de que en Villa Bonita disminuyeron sensiblemente los asesinatos, y no precisamente porque el comandante de ese conurbado sector sea la última maravilla del mundo, sino que algo raro debe estar sucediendo, por lo que habría que ponerle mucha atención a la conducta de Rubén Romero Márquez, ya que las casualidades no existen y, para ello habría que revisar el récord que dejó en la Ussi Sur, donde, además en más de alguna ocasión tuvo que abandonar las instalaciones, ante el elevado riesgo que, por momentos se percibió sobre ese recinto oficial, esto, a decir de sus propios subalternos. Lo malo es que sus superiores pusieron oídos sordos a los señalamientos que el personal hizo en su contra. Miente, quien diga que investigaron lo que realmente sucedió durante su estadía como encargado del cuadrante cuatro, pero, bueno eso lo escudriñaremos más delante junto con la historia del tortillero y el cobro por las inasistencias de los agentes que traía a su cargo, algo de lo que debe estar bien enterado el comisario de policía, Claudio Cruz Hernández, quien se ha mostrado tibio e indiferente, ante la conducta de sus elementos que han tenido el valor para señalar públicamente las corruptelas de sus mandos medios, pero en fin, todo al tiempo… CIRCULAN en redes sociales videos de los momentos de horror que vivió parte de la clientela del supermercado Ley Express, de calles Norman E. Borlaug y 400, en la colonia Eusebio Kino, el anochecer del pasado jueves, cuando ocupantes de un automóvil fueron masacrados en el estacionamiento de ese confluido establecimiento comercial, algo muy parecido a lo vivido en el Cbtis 37, la tarde de aquel jueves 2 de marzo, en una agresión donde se dispararon 215 balas con fusiles AR-15 y AK 47. Un capítulo que quedó para la posteridad, como sucede con la mayoría, al no existir ¡justicia! Para nadie, en Cajeme, salvo sus raras excepciones, en virtud de que prevalece la indolencia de las autoridades, donde nunca faltan los ingredientes comunes como son circo, maroma y teatro. Lamentable es más el ruido que las nueces, porque nunca resuelven nada, pero eso sí, como si en la realidad fuera la mera verdad, acordonan y acotan el tráfico vehicular, dizque para que no se contamine la escena del crimen, pero al final todo termina en lo mismo, con la evidente y trillada simulación, sin faltar el silencio de complicidad dejando siempre un sentimiento de pena ajena ante su silente reacción. Comúnmente lo mismo y en el papel estelar no pueden faltar los policías ministeriales que regularmente escenifican esa desgastada y devaluada imagen. Son unos verdaderos artistas, comenzando por su comandante Ramsés Arce Fierro, quien de plano se echó la cola al hombro. No hay resultados de ningún tipo. Lo decepcionante es que cobran con cargo al erario público… OTRA DE LAS expresiones criminales que tampoco disminuyen son las desapariciones forzosas. Es raro, que transcurran dos o tres días sin que presuntos delincuentes se lleven a la fuerza a quien les plazca y difícilmente son regresados. Por supuesto, que las autoridades investigadoras lo saben, pero inexplicablemente se lo callan, aunque para nadie es un secreto que la delincuencia ha permeado en su enorme mayoría a las corporaciones e instituciones encargadas de salvaguardar la seguridad ciudadana. Lo malo es que son contadas las ocasiones en que las privaciones ilegales de la libertad son denunciadas, en el mismo lugar de los hechos, ya que, por temor y desconfianza a las autoridades, los testigos oculares declinan aportar datos al verse invadidos de temor a las represalias y más cuando son observados por los autores de ese tipo de acciones. La tarde del sábado fue reportado el “levantón” de una mujer en Villa Bonita, en calle Paseo del Campestre y Vista Hermosa, pero al llegar los uniformados al sitio indicado ya no localizaron nada. Después, al paso de los días, cuando aparecen sin vida los desaparecidos, es cuando los representantes de la ley caen en cuenta, que ese suceso si fue real. También, cerca de las 9 de la noche se reportaron detonaciones en Coahuila y Cordero, pero, de primer momento, se dijo que no había ocurrido nada, pero, una hora más tarde se conoció que una vivienda fue tiroteada por generadores de violencia que fantasmalmente pululan de un sector a otro sin que ninguna autoridad los detecte. En cambio, la ciudadanía los observa sin esforzarse mucho, pero, para cuando dan parte a las autoridades, los especímenes se esfuman sin dejar rastros… A MEDIADOS de la semana anterior, por rumbos del Campanario cayó en manos de la Policía Municipal del cuadrante dos, un consumado presunto hampón apodado “El Simio” que tenía asolados a los habitantes de ese asentamiento humano y Las Haciendas, con sus constantes robos domiciliarios, a transeúntes, comercios y por igual, está acusado de lesiones, así como daños. En suma, era insoportable pesadilla, que finalmente fue capturado por personal a cargo del comandante Daniel Navarro Salas. El tipo, igualmente andaba envenenando gentes con “crystal” y prueba de ello es que se le aseguraron veinte envoltorios con la referida droga sintética, que sigue destruyendo muchas vidas y familias. El sujeto, identificado como Enrique C. T., de 29 años, quedó a disposición del Ministerio Público, por lo que se espera que ya se encuentre bajo las sombras del presidio. En otra acción, realizada en el fraccionamiento Misioneros, agentes del cuadrante uno dirigidos por el comandante e ingeniero en sistemas, Israel Martínez Domínguez, le echaron el guante a Edgar Armando G. C., de 24 años, quien era buscado por los delitos de abigeato y robo de huevos de avestruz, algo, por cierto, no muy común. El individuo fue sorprendido robando naranjas en una huerta que se localiza en Hacienda Náinari. Por lo pronto, será procesado penalmente por este último delito, en tanto terminan de integrarle las carpetas de investigación por las otras acusaciones. De seguro, que pasará un buen tiempo en el complejo penitenciario, para que ya no haga daño al prójimo. Y, tal parece que Martínez Domínguez, tendrá que ser regresado al Grupo de Investigación Criminal, porque de plano le quedaron muy grandes sus zapatos a Miguel Roberto Beltrán Cuamea. Después, abordaré el tema con más detalles… SE RUMORA, que este día podría darse otra manifestación de policías preventivos a través de los integrantes del movimiento denominado Gendarmes de Cajeme, que lidera Trinidad Gil Salazar. Tal parece que no les han hecho realidad sus demandas y están desesperados, así que habrá que estar al pendiente, con las expresiones de inconformidad de los guardianes del orden público… Luego seguimos, Dios mediante.
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