Dayan Lagarda / MO
Con el inicio de las trillas de trigo y próximamente maíz, también ha empezado la campaña para concientizar a los agricultores ante la quema de gavilla, una práctica mal vista que además causa problemas ambientales y de salud, sobre todo en las comunidades rurales.
Es la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), quien mantiene una campaña llamada ‘Mi Parcela No se Quema’, la cual se ha extendido a 28 estados, entre ellos Sonora, la cual advierte sobre los riesgos de las quemas agropecuarias, como daños en la calidad del aire, pérdida de biodiversidad y empobrecimiento de los suelos de cultivo.
Además, esta es una práctica penada económicamente para el productor, la cual ha ido en incremento y es posible que durante este año también sufra cambios para evitar que se queme los restos de los cultivos una vez levantados.
El organismo agrícola, llamó a la misma ciudadanía denunciar este hecho, pues es importante preservar el ecosistema, tanto el suelo como el aire y causar afectaciones a la sociedad, además de apoyar el fortalecimiento de los recursos naturales.
Se han realizado más de 30 talleres en los estados participantes para capacitar al productor en el tema explicando las alternativas para el manejo del rastrojo, como su uso para cobertura de suelo, como alimento para el ganado, o hacer composta con él y usarlo como abono, e implementar un nuevo sistema de producción con base en la agricultura de conservación, que consiste en mantener una cobertura permanente en los suelos, labranza mínima y diversificación de cultivos.