Clara Aragón /MO
Desde la iglesia, también se percibe la violencia que se vive en el Sector de Villa Bonita, considerado uno de los focos rojos en Cajeme. Por eso el sacerdote diocesano Jorge Núñez Pacheco, responsable de la Parroquia de la Santa Cruz, empezó a trabajar en la prevención con adolescentes.
Explicó que para cambiar el rumbo hay que trabajar desde la infancia, además la los menores descuidados, la pobreza y la marginación, son parte de los factores para que algunas personas busquen caminos poco adecuados, “medios más allá de los legales”.
En la parroquia se cuenta con grupos religiosos para las y los menores de edad, en donde se trabaja en dos áreas, la espiritual y en el área humana, a tratar de que saben y puedan solucionar sus dificultades a través de la fe, a la vez que buscan mantenerlos alejados de actividades que los pongan en riesgo.
Mencionó que no tienen como meta ver los resultados a corto plazo sino que se verán reflejados al paso del tiempo, cuando los jóvenes se fortalezcan y tomen las mejores decisiones para sus vidas.