Becker García

Todo por un beso

Ana Castelan Valenzuela, parece una joven muy decidida y enterada. 

De pronto en redes sociales, apareció un vídeo donde denuncia que, cuando fue la coordinadora de las juventudes de Movimiento Ciudadano en Cajeme, no existía nada y fue ella quien creó la estructura.

Yo no lo creo, pues, cuando me tocó por unos días asesorar a la entonces candidata a diputada federal por ese partido, Verónica Montoya, lo que más veía eran chamacos y chamacas impetuosos, dispuestos a cambiar el mundo.

En el video en cuestión, también acusa y reclama que, cuando fue presentada con su nuevo puesto, no se mencionó que era estudiante de ciencias políticas y de derecho, sino que era la más sexy de ese partido.

Y luego remata, asegurando que, el entonces coordinador del partido naranja en Cajeme, y que luego lo fue en el Estado, le había asegurado que, por un beso de ella, le ofrecería una diputación plurinominal.

Ñacas…

Hago paréntesis para aclarar que, desde hace mucho tiempo existen en ese partido historias parecidas, y, aunque no daré detalles, Jorge Álvarez Maynez, el actual coordinador de los diputados federales, tiene algunas buenas historias que contar al respecto.

Pero regresemos al personaje a quien se refiere Ana, y que no es otro que Manuel Scott, actual dirigente de ese partido en Sonora, aunque luego ella involucra a otra persona de apellido Gastélum, como alguien que al parecer también hacía ese tipo de insinuaciones.

Como antecedente, hay que asentar que, en días pasados, Scott, junto al Pato de Lucas y otros más, acusaron al actual alcalde de Cajeme por haber contratado a una empresa para que se hiciera cargo de las luminarias, con una pésima reputación, llamada EMCO, a quién, por cierto, acaban de correr de Navojoa por su mal servicio.

Según la licitación que ganó esa empresa, las cuentas no salen, pues, para hacerlo, el Ayuntamiento canceló un contrato que tenía anteriormente con una empresa de Monterrey, dueña de las luminarias, y que los ha demandado. Así, dentro del nuevo contrato, EMCO se compromete a pagar todos los gastos que se originen de dicho litigio, lo cual, no debe de ser barato y seguro, repecutirá en el servicio en detrimento de nuestra ciudad, porque las empresas están para ganar dinero, no son damas de la caridad.

La estrategia de Manuel Scott (pésima, por cierto), no fue aclarar lo dicho por la licenciada Castelán, sino decir que todo es consecuencia de su señalamiento a la empresa EMCO y que, esta fue una respuesta de parte del alcalde Lamarque.

Yo no lo sé de cierto, pero creo, casi estoy seguro, que el señalamiento provino no del Ayuntamiento, sino de la empresa de las luminarias, puesto que es un patrón muy repetido de parte de esas compañías voraces y, baste recordar una de ellas, llamada North Collect, la cual, al terminarse su contrato y negarse el Ayuntamiento a continuarlo, demandaron al municipio alegando que les debían millones de pesos por dinero no recuperado. Así son esas empresas gansteriles.

Pero sigamos con Manuel Scott, al que, le cae de pronto un balde agua helada, cuando pretende enfilarse como el siguiente candidato del partido naranja a la alcaldía y, ante esto, tendrá que replantear sus aspiraciones puesto que, la violencia política de género, es como una lápida que te perseguirá con muy pocas oportunidades de zafarte.

Además, hay que acotar, que Ana Castelán dejó de pertenecer a MC, de donde salió molesta y pues, sin juzgar si fue cierto o no lo de la petición del beso, pues en todo caso como abogada que es, debió presentar una denuncia y no lo hizo, y pues, ahora, fue a Scott a quien le salió caro el supuesto beso.

Por lo pronto, yo deseo, que les sea leve a ambos.

ADÁN AGUSTO EN CAJEME Y LOS ARANCELES AL MAÍZ

Estuvo el precandidato de MORENA a la presidencia de la república (digámoslo sin eufemismos), en Ciudad Obregón.

La vez anterior que vino a nuestra ciudad, prometió muchas cosas, entre ellas apoyo para que los productores agrícolas obtuvieran precios de garantía y no cumplió.

Por otro lado, leo con atención que, AMLO ha impuesto un arancel al maíz que ingrese a nuestro país, para supuestamente obligar a los procesadores de harina de ese cereal que se vuelve luego la base de nuestras mexicanas tortillas, a comprarle a los productores locales, sobre todo de Sinaloa, a un mejor precio.

Lo anterior es solamente otra charada más del habitante de Palacio Nacional, puesto que, las principales importaciones del cereal blanco, provienen de Canadá y Estados Unidos, con quienes mantenemos un Tratado de Libre Comercio, el TMEC, que no admite ningún tipo de arancel. 

Se podrá aplicar a países como la India, Ucrania (que está en guerra) y otros, pero no, a nuestros vecinos con lo cual, sale junto con pegado.

Gracias.

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