Estados Unidos está en alerta máxima por la ola de calor que se ha registrado en las últimas horas y donde la peor parte la han llevado los estados de Texas y Lousiana.

Hasta el momento se han reportado 13 muertos. Texas soportó el pasado lunes temperaturas récord en torno a los 110 grados Fahrenheit (43 grados centígrados) en algunas zonas del oeste de Texas, y lo peor es que para el 4 de julio no se espera que bajen.

Más de 31 millones de personas enfrentaban algún tipo de advertencia de calor excesivo en todo el país y con temperaturas de más de 115 grados registradas en varias partes de EEUU, según lo informó Univisión

Mississippi y Tennessee podrían experimentar temperaturas de tres dígitos y en California enfrentarán su primera gran ola de calor del año.

El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que las condiciones secas, calurosas y ventosas eran propicias para incendios peligrosos en partes de Texas, Nuevo México, Arizona, Colorado y Utah.

UNA OLA DE CALOR CON EFECTOS MORTALES

Se pronosticó que las temperaturas a mitad de semana superarían los 100 grados (38 grados Celsius) en gran parte del sureste y se esperaba que la alta humedad elevara los valores del índice de calor por encima de los 115 grados (46 grados Celsius) en algunas áreas.

Once de las muertes relacionadas con el calor en Texas ocurrieron en el condado de Webb, que incluye a Laredo.

Univisión informó que las víctimas tenían entre 60 y 80 años de edad y muchos tenían problemas de salud subyacentes, según la médica forense del condado de Webb, la Dra. Corinne Stern.

Agregó Stern que El área tiene una tasa de pobreza más alta que el promedio estatal y eso agrava el sufrimiento.

“La gran mayoría no tiene aire acondicionado en sus casas o tienen los ventiladores apagados o los tienen encendidos, pero no tienen la ventilación adecuada”

Stern reiteró que “Ha habido al menos uno o dos que tienen aire acondicionado, pero no quieren hacerlo funcionar debido a la factura”.

Entre las víctimas del calor también se encontraba un hombre que murió el domingo por la noche en Shreveport, Luisiana, la segunda muerte relacionada con el calor en el estado en un junio inusualmente cálido.

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