Dayan Lagarda

EL TIEMPO

A pesar de presentar un buen desarrollo, el cultivo de ajonjolí tuvo presencia de plaga, sin embargo, esto no ha sido impedimento para que la oleaginosa pueda tener buenos rendimientos a la hora de ser cosechada.

Fue en Tórim, donde se encontró la presencia de gusano telarañero, insecto que produce secreciones finas como tela de araña, por esta razón se les conoce por ese nombre, anidándose en los tallos de la planta.

Productores, señalaron que cuando el insecto es molestado se deja caer y queda colgado de un hilo de seda que, con la acción del viento, le permite moverse de una panoja a otra y cuando hay altas poblaciones, este mecanismo de dispersión es fácil observar en las larvas jóvenes de hasta 7 milímetros de largo.

Explicaron que actualmente el ajonjolí se encuentra en la etapa inicial de floración y una aplicación foliar puede ayudar a mejorar el desarrollo del cultivo, pues incluso se ha sembrado algunas hectáreas experimentales para fortalecer la oleaginosa con nuevas variedades.

Investigadores se encuentran estudiando el cultivo para el ciclo de verano con agua de pozos y de temporal y ofrecer al productor nuevas alternativas para el ciclo primavera-verano, además de buscar una mayor producción y rentabilidad de ajonjolí.

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