Dayan Lagarda
EL TIEMPO
Las plagas se sienten atraídas por los colores y esto es una alternativa de manejo para su control y erradicación, pues cada ciclo agrícola los cultivos se enfrentan a diversas amenazas como el pulgón, mosquita blanca, gusano barrenador, entre otros.
De acuerdo con la Junta Local de Sanidad Vegetal (JLSV) del Valle del Yaqui, los insectos usan la visión tanto como el olfato. Ellos tienen la capacidad de distinguir diferentes longitudes de onda, es decir el color, diferencias en brillo, que es la cantidad de luz reflejada de un objeto y la saturación.
Indicó que no todos los insectos son atraídos por el mismo color, pues en el caso del picudo algodonero es intrigado por el verde, los trips por el azul, en el caso del pulgón, mosca de la fruta, mosca blanca y mosca minador son encantados por el amarillo, mientras que los ácaros por el blanco, cada especie de insecto varía en sus fotoreceptores.
Técnicos de Sanidad Vegetal expresaron que esto forma parte del ‘trampeo’, el cual se aplica para medir la eficacia de las medidas de control, como las aspersiones de cebo, la TIE, el control biológico y la técnica de aniquilación de machos, usadas para eliminar una plaga de un área.
Detallando que año con año, es necesario aplicar estas trampas con el fin de preservar la sanidad y calidad de los cultivos que se siembran en el Valle del Yaqui, los cuales tienen diferentes destinos dentro y fuera del país.