La compañía del multimillonario británico, Richard Branson, quiere empezar una nueva era de turismo espacial después de realizar con éxito su primer viaje comercial al espacio suborbital tras casi dos décadas de investigación y desarrollo. Sin embargo, el precio por poner un pie en la nave espacial de Virgin Galactic no es nada barato.
La aventura, que le permitirá viajar a 80 kilómetros sobre la Tierra, tiene un costo total de 450.000 dólares y para adquirir el tiquete de ingreso que incluye un entrenamiento de ‘cosmoturista’, primero hay que abonar 150.000 dólares por adelantado, de los cuales 25.000 no son reembolsables.
Estos viajes tendrán una duración de una hora y media del vuelo, aunque solo durante tres minutos los turistas podrán observar la inmensidad del espacio y sentir el efecto de la microgravedad antes de iniciar el regreso a casa.
El cual no estará exento de riesgos e incluso quienes quieran hacer parte de la expedición deben firmar previamente una renuncia de responsabilidades, un acto en el que reconocen los peligros asociados y la falta de regulación gubernamental sobre el turismo espacial.
Uno de los tres pasajeros que hicieron parte de la tripulación del primer vuelo comercial al espacio de Virgin Galactic fue Jon Goodwin, un ex atleta olímpico de 80 años nacido en Gran Bretaña, quien estuvo esperando este viaje durante más de 18 años. Esto se debió a que la compañía fundada en 2004 por Branson, comenzó desde ese mismo año a vender boletos a quienes confiaran en su visión y tuvieran suficiente dinero; pese a que no sabían cómo ni cuándo lo lograría.