Un bote que partió de las costas de Senegal en el que han fallecido al menos 92 personas pasó un mes a la deriva, según ha denunciado en un comunicado la oenegé Caminando Fronteras, que asegura que alertó a las autoridades de cuatro países el pasado 20 de julio de la presencia de un bote en el que viajaban alrededor de 130 personas.
Según familiares de los fallecidos, el bote partió de Fass Boye, una población costera de Senegal, el 10 de julio con la intención de llegar a las islas Canarias. El bote quedó a la deriva y fue rescatado el pasado 14 de agosto por un pesquero español con apenas 38 supervivientes y siete cadáveres a bordo.
Según un balance de víctimas confirmado por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), la cifra asciende ya a 92 muertos. La práctica totalidad de los pasajeros tenía nacionalidad senegalesa, ha indicado a Europa Press una portavoz de la OIM, Safa Msheli.
El bote no fue rescatado hasta este lunes, 14 de agosto, en la zona de Cabo Verde y la OIM no tiene claro “qué ocurrió” a bordo. Msheli ha recordado que, al margen del ahogamiento, quedarse varado en el mar durante un largo periodo de tiempo acarrea otros riesgos, como pueden ser la hipotermia o la deshidratación.
La Cruz Roja ha emitido un comunicado recogido por los medios caboverdianos en el que explica las circunstancias de lo que les sucedió a los pasajeros. “A partir del séptimo día se quedaron sin provisiones, lo que costó la vida a más del 50% de los ocupantes, que fueron arrojados por la borda debido a la descomposición de los cuerpos”, describe el documento citando al capitán del pesquero.