Después de darse a conocer la quema de libros de texto en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador descalificó dicha acción, pues aseguró que esto se debe a que la gente “está desinformada”.
Además, el mandatario precisó que los padres de familia que quemaron el material educativo “no deberían prestarse a ser manipulados”, pues aseguró que aunque respeta su opinión, “no tienen razón” de haberlo hecho.
Están en su derecho de manifestarse, somos libres. Nada más que no tienen razón quienes se manifiestan pensando de que se adoctrina con los libros y se inyecta el virus del comunismo están malinformados, y no deberían de prestarse a ser manipulados por los dirigentes del bloque conservador”, comentó el tabasqueño.
López Obrador responden a críticas de libros
En este contexto, y tras ser cuestionado sobre los señalamientos que han hecho desde expertos hasta opositores del gobierno por los errores y los fallos en la metodología en que se desarrollaron los libros, el mandatario explicó que esto se debe al pensamiento “retrograda” de aquellos que se oponen a la entrega de los libros.
El tema, el presidente mexicano aprovechó los cuestionamientos sobre la quema de libros, para externar que el nivel académico no “quita los clasista y lo racista”, así como el desconocimiento de la historia y grandeza cultural de México.
Para cerrar el tema, López Obradior reafirmó que los libros de texto serán distribuidos en los estados donde no se cuente con un amparo interpuesto para restringir este proceso, al respecto aseguró que habrán enlaces con los gobernadores para comprobar que los libros están llegando a las escuelas.
¿Qué sucedió en San Cristobal de las casas?
Supuestos padres de familia de la comunidad San Antonio del Monte, en la zona norte del municipio de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, quemaron todos los libros de textos que la Secretaría de Educación Pública (SEP) les entregó a una semana del inicio del ciclo 2023 a 2024.
Durante la quema de los libros en el interior de la escuela primaria del lugar se anunció que se levantarían firmas entre los habitantes con el fin de rechazar los libros por considerar que son malos.