Clara Aragón / MO
Las lluvias que se presentaron en Cajeme los pasados días, trajo beneficios a la Laguna del Náinari, ya que “estaba pasando por un estrés por falta de agua y hace como un mes empezamos a aplicar fertilizantes orgánicos para recuperar el suelo”, dijo Saúl López.
El encargado del Club de Jardinería Náinari, comentó que el agua de la lluvia es mejor que la de inyección, porque no tiene cloro y no mata los micro organismos benéficos del suelo.
“Ya con esta agua se va a poder todo bonito otra vez”, ya que también se realizaron trabajos de mantenimiento y limpieza de maleza alrededor del lago.
Por otro lado, Saúl López dijo que durante la temporada se han caído cuatro árboles en la Laguna, mismos que se van a reponer.
Por ahora están a la espera de que bajen las temperaturas para iniciar con los preparativos y será en octubre cuando se dé inicio a la reforestación para reponer lo que se cayó.