Guillermo Ochoa
EL TIEMPO
El pasado 12 de septiembre se cumplió un año más, sin vida del doctor Norman E. Borlaug, padre de la “Revolución Verde”, por lo que fue recordado por investigadores de la localidad, y, sobre todo por Gram Govaerts, director general del Cimmyt.
Norman Ernst Bourlaug ha sido uno de los personajes más importantes de la agricultura en todo el mundo. Gracias a sus investigaciones realizadas por décadas, se pudo mitigar los efectos de una crisis alimentaría que azotaba al África, además de que su trabajo, lo realizó principalmente en el Valle del Yaqui.
Durante años, experimentó sembrando diferentes tipos de trigo, observando y analizando meticulosamente sus características. Algunos crecían muy alto, otros eran resistentes a plagas como la roya, algunos tenían alto rendimiento en producción, pero la calidad del grano no era óptima, otros tipos de trigo se producían muy bien en épocas de frío, y otros en temporadas cálidas.
Con todas estas observaciones, pudo ir mezclando variedades de trigo, esperando recuperar de cada una, las características más valiosas.
Ante esto, y gracias al legado que dejó el director del Cimmyt, señaló que “seguimos honrando su espíritu pionero, siguiendo su comprometido ejemplo, de generar alimentos para ayudar a la sociedad”.
Sin duda el legado vivo del Dr. Borlaug continúa inspirándonos a resolver los problemas del mañana de hoy y co-construir el mundo en el que queremos vivir, comentó Gram Govaerts.
Así mismo, otros investigadores, comentan que es necesario continuar con su legado y seguir innovando en el cultivo de trigo y en los diferentes cultivos que se reproducen en esta región, pues como decía el mismo doctor Norman E. Borlaug, no se “no habrá paz en el mundo con los estómagos vacíos”.
Por ese motivo, este 12 de septiembre se conmemoró con respeto y admiración el aniversario luctuoso del hombre que ayudó a mitigar la hambruna mundial a través de su arduo trabajo de investigación en el sector agrícola.