Dayan Lagarda
El mejoramiento genético de trigo, es una herramienta fundamental para la generación de nuevas variedades y los vínculos de investigación entre las diferentes casas de investigación agrícola permite la generación de estas ampliando las opciones y mejoras en el campo.
Jesús Antonio Cantúa Ayala, investigador del Campo Experimental Norman E. Borlaug (Ceneb), explicó que una parte importante de este proceso son la validación de líneas avanzadas, a pesar de que es una de las actividades finales del proceso, pues permite comparar el comportamiento de las líneas en parcelas semi-comerciales, contra variedades comerciales ya conocidas por los productores.
Mencionó que, la validación también permite que los productores se familiaricen con las características de las líneas candidatas a nuevas variedades, permitiendo que este elija variedades para sustituir alguna o agregar a su plan de siembra y de esta manera acelerar su adopción.
Ante esto durante la semana pasada, investigadores del CENEB llevaron a cabo un evento donde presentaron nuevas variedades de trigo cristalino y harinero, así como su tecnología de producción para el sur de Sonora, donde destacaron Don Lupe C2020, Ciano M2018 y Noroeste C2021.
Dentro de este evento se destacó que, el mejoramiento genético es un proceso continuo de trabajo, lo cual permite generar constantemente nuevas variedades, así como nuevas líneas candidatas, que poseen resistencia a las razas de roya y con alto potencial de rendimiento.