Dayan Lagarda
EL TIEMPO
El calor y la notable falta de lluvias que sufrió el verano de 2023, logró acabar con la poca recuperación que había logrado el hato ganadero tras la sequía de hace dos años, pues se corre el riesgo de perder hasta un 30% de la población de ganado en el Valle del Yaqui.
Julio Aldama Solís, presidente de la Asociación Ganadera Local (AGL) del Valle del Yaqui, recordó que durante los dos años de intensa sequía, el hato ganadero se vio mermado en un 50%, es decir, solo quedaron alrededor de 100 mil cabezas de ganado.
Comentó que los ganaderos se ven en la necesidad de comercializar, sobre todo los pequeños y medianos ganaderos, pues sufrieron la pérdida de sus ranchos por los incendios, no teniendo más opción que la venta para poder sobrevivir.
Destacó que, en el Sur de Sonora, explicó, predomina la pequeña ganadería, donde los productores tienen como máximo entre hasta 30 cabezas de ganado; y son precisamente estos ganaderos los que han empezado a salirse de la actividad, por las afectaciones del mercado y la sequía.
De igual manera, a nivel estatal, se espera una caída también del 50%, pues los productores ya ven insostenible la actividad, desalojando todo el ganado posible de sus ranchos.