Estados Unidos dio luz verde a SpaceX para realizar el segundo lanzamiento de su poderoso súpercohete Starship, la nave espacial más grande del mundo, que la compañía tiene previsto hacer este viernes desde Texas.
La Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) de EU autorizó este miércoles el lanzamiento al considerar que “SpaceX cumplió con todos los requisitos de seguridad, medio ambiente, políticas y responsabilidad financiera”.
El permiso estaba pendiente después de que un primer test realizado hace seis meses acabó con una explosión al poco tiempo de alzar vuelo.
Como en el primer vuelo de prueba, el Starship despegará desde las instalaciones de SpaceX en la localidad de Boca Chica, en el extremo sur de Texas, y lo hará propulsado por la primera etapa del cohete, el lanzador Super Heavy de 33 motores Raptor.
SpaceX anunció esta noche por X (antes Twitter), tras conocer de la autorización, que tiene previsto el lanzamiento a partir de 7:00 hora local.
Si todo sale bien, está previsto que el Starship, que junto con el cohete propulsor mide 121 metros de altura (equivalente a más de 35 pisos), alcance orbita y de una vuelta casi completa al planeta para culminar su trayecto en aguas del Océano Pacífico, cerca de Hawai.
Para esta segunda prueba la firma ha hecho algunas mejoras, entre ellas una relacionada con el proceso de separación y por el que la segunda etapa, el propia’ Starship, encenderá sus motores durante el mismo proceso de separación, y no después, en aras de conseguir más potencia.
Se han hecho cambios también en la plataforma de lanzamiento de Starbase, en Texas, para mitigar los efectos de los motores de la primera etapa, y que constituye uno de los aspectos analizados por la FAA tras la primera prueba efectuada la mañana del 20 de abril.
Fuga provocó explosión del Starship a 4 minutos de su despegue
Ese día, una fuga en algunos motores de la primera etapa propició un incendio, lo que dio paso a la activación de un sistema de autodestrucción que hizo que el Starship estallara a poco más de 4 minutos de haber despegado, cuando se hallaba a casi 40 kilómetros de altura sobre el Golfo de México.
La plataforma de lanzamiento sufrió considerables daños y algunos trozos quedaron desperdigados en los humedales cercanos, sin que se registrarán heridos, pero que motivó una demanda de un grupo ambientalista y que el gubernamental Servicio de Pesca y Vida Silvestre (FWS, en inglés) y la FAA investigaran el lanzamiento.
El cohete ha estado listo y colocado desde días atrás en la plataforma de lanzamiento de Boca Chica, a la espera de los permisos correspondientes tanto de la FAA como de la FWS, ésta última responsable de la cuestión ambiental.