Becker García

De entre la necedad y las mentiras

Durante la campaña a la presidencia de este pasado 2018, Beatriz Gutiérrez Muller, la esposa de Andrés Manuel López Obrador grabó una canción, a la que se le dio mucha difusión. Aparecía ella, en una cabina de grabación, con una voz entonada, y teniendo a su izquierda a su marido, quien no ocultaba su cara de Mauricio Garcés en tiempos electorales.

La letra de la canción, del gran Silvio Rodríguez, cita: “Para no hacer de mi ícono pedazos/ Para salvarme entre únicos e impares/ Para cederme lugar en su parnaso/ Para darme un rinconcito en sus altares/ Me vienen a convidar a arrepentirme/ Me vienen a convidar a que no pierda/ Me vienen a convidar a indefinirme/ Me vienen a convidar a tanta mierda/ Yo no sé lo que es el destino/ Caminando fui lo que fui/ Allá Dios que será divino/ Yo me muero como viví/ Yo me muero como viví…”

Sin duda, para alguien que se muestra tal como es, necio hasta topar con pared, como es el caso de Andrés Manuel, no va a cambiar ni cambiará su discurso ahora que está ya en la parte final de su mandato, aún cuando, ya lo estamos viendo, no cederá fácilmente su poder, porque, al final del día, caminando fue lo que fue, y se morirá como vivió (Silvio Dixit)

Andrés Manuel se ha equivocado muchas veces durante su sexenio: le quitó los programas de niñ@s con cáncer; cerró las guarderías disque por corrupción (no se detuvo ni acusó a nadie); acabó con el seguro popular y lo cambio por el fracaso llamado INSABI; pide para la delincuencia organizada abrazos no balazos (y ya tenemos más de 135 mil muertos); canceló la construcción del aeropuerto de Texcoco para construir el chAIFA con una costosa indemnización a contratistas ;sueló a Ovidio Guzmán durante el culiacanazo; encubre la corrupción, en varios rubros, pero el más sonado SEGALMEX donde dice que príistas engañaron a su director y le bajaron 15 mil millones de pesos (3 veces la estafa maestra); su gobierno fue el único que, durante la pandemia, no apoyó a los negocios (como se hizo en el resto del mundo); fue culpable de los más de 800 mil muertos por COVID, con una estrategia equivocada; no apoya, como se hace en todo el mundo, al campo; ataca a las Instituciones; decide no ir a Acapulco, ni destinar un peso en el Presupuesto 2024 para su reconstrucción, pero sí va a Badiraguato y, lo peor, utiliza el espacio de las mañaneras para atacar a quienes cree sus adversarios… solo es una muestra de sus pifias.

Andrés Manuel, acumula las últimas 6 semanas cayendo en la aceptación de su gobierno según la encuesta tracking semanal de Mitofsky (y que se repite en otras encuestadoras serias) hasta llegar a 56%, mientras la desaprobación crece hasta el 44%, por sus más recientes pifias, pero, ni así da su brazo a torcer. Es necio, pues.

Por otro lado, quizá más que sus pifias y necedades, su mitomanía recurrente cause más daño a la sociedad, diciendo una cosa, y haciendo otra.

Como ejemplo de lo anterior, tenemos sus declaraciones de que no endeudaría al país, y que resulta una gran mentira. Al término de su mandato, la deuda mexicana, con respecto al 2018, crecerá un espantoso 59%. ¿Porqué pasa esto? Porque, como ocurrió en varios sexenios anteriores (Echeverría el peor de todos), el gobierno gasta más de lo que recauda. Nada más para el 2024, se proyectó un gasto de 9 billones de pesos y piquito, y, la recaudación, si bien nos va, será de apenas 7 billones de pesos. ¿de dónde saldrá el resto? Pues ahí lo dice el presupuesto 2024, aprobado por las genufléxicos diputados y senadores, por un endeudamiento por el faltante, es decir, 2 billones de pesos.

Andrés Manuel ya se acabó el dinero. Ajustó (bien por él, por cierto), a grandes empresas para que pagaran impuestos atrasados, éstas pagaron, pero, salvo Elektra de Salinas Pliego (a quien le tiene mucha condescendencia), la cual debe 25 mil millones de pesos (ni cercano a resolver el déficit de 2 billones de pesos), y ya no hay mucha tela de donde cortar.

Además de recurrir al endeudamiento, también se han establecido aumentos como el recetado esta semana en las cuotas de peaje, publicó un aumento en el gravamen de los ahorros en 5 veces más, el impuesto a importaciones y exportaciones (lo que hace más caros los insumos de consumo de los mexicanos) entre un 5% hasta el 25%.

Andrés Manuel, el necio mentiroso, está obsesionado con ejercer el poder mucho más allá del 2024, y para ello, necesita que su candidata Claudia Sheinbaum gane las elecciones y, pues, ya lo vimos y a pesar de “entregarle” el bastón de mando, la manipula.

Y sí, es verdad que, frente a la candidata de MORENA, la representante del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez está desdibujada y cometiendo pifias de parvulitos, hasta el momento la Sheinbaum se perfila para ganar, y de facto, seguirá siendo la títere de AMLO.

Entonces, si AMLO va cayendo en las encuestas, no le importa, porque, seguirá repartiendo dinero a manos llenas entre la población, lo cual no estaría tan mal, si realmente ese dinero existiera y no provenga de la deuda, pues, tarde o temprano se habrá de pagar y será, esa misma población, la más afectada.

En fin… Repite AMLO, yo me muero como viví… aunque esté equivocado.

Gracias por leerme.

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