El 21 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Televisión, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1996 en honor al Primer Foro Mundial de la Televisión.
En este contexto, se invitó a los Estados a promover intercambios de programas centrados en la paz, la seguridad, el desarrollo económico y social, y la cultura. A lo largo de los años, la televisión ha desempeñado un papel crucial como medio de comunicación, educación, entretenimiento e información a nivel internacional.
A pesar de su importancia, la televisión ha experimentado transformaciones significativas debido al avance tecnológico y los cambios en las preferencias del público. La transición de la televisión analógica a la digital fue un hito importante, pero hoy en día, es la televisión por internet la que está ganando terreno de manera vertiginosa.
La migración del televidente a nuevas formas de consumir contenido, como el streaming y las redes sociales, ha impactado directamente en la forma en que la audiencia accede a la programación.
La televisión abierta, que solía ser la principal fuente de entretenimiento, se ve desafiada por la creciente popularidad del streaming, las redes sociales e incluso la televisión de paga. La audiencia, especialmente los jóvenes, muestra un interés creciente en plataformas como Netflix y YouTube, relegando a la televisión tradicional a un segundo plano. Este cambio en los hábitos de consumo presenta un desafío para la televisión abierta, que debe adaptarse rápidamente para mantener sus índices de audiencia.
La televisión, desde su invención en la década de 1920, ha dejado una huella imborrable en la sociedad. Más allá de su función como medio de entretenimiento e información, hay datos curiosos que revelan aspectos sorprendentes de su historia. Desde el primer programa transmitido en 1928 por John Logie Baird en Londres hasta el episodio más visto en la historia de la televisión, el Super Bowl XLIX de 2015, que atrajo a 114.4 millones de espectadores, la televisión ha vivido momentos históricos.