Este viernes, la primera función comenzó a las 13:00 horas, la cual fue gratuita, y la segunda, alrededor de las 18:00 horas, ya con un costo 100 pesos por persona adulta y 50 pesos para niñas y niños.
Al filo de La Quebrada, un acantilado de más de 40 metros de altura, donde las fuertes olas impactan las rocas y el agua cuenta con más de 4 metros de profundidad, seis clavadistas iniciaron el primer show, de los cuales dos eran menores de edad, seguidos de un clavado doble y otros tres clavados de una altura de 28 y 35 metros.
Los nervios, adrenalina y las ganas de brindar un gran espectáculo a todos los visitantes, abundaron en los clavadistas, quienes subieron los acantilados.
El clavadista, Giovanni Vargas, dijo a EFE que esta reapertura se da después de 45 días del impacto de Otis, por lo que han comenzado también con los entrenamientos.
“Esta función la estamos brindando completamente gratis para el público en general, locales, turistas, más que nada con la finalidad de que vengan, se despejen un poco de lo que ha sucedido en el puerto”, señaló.
Vargas también reconoció una baja en el turismo tras el azote de Otis, por lo que afirmó que mantendrán, por un tiempo, solo dos horarios de funciones.
“Ya veremos en temporada decembrina, que dé el inicio de la temporada vacacional, y esperemos que vengan muchos turistas a visitarnos y los horarios se regularicen”, expresó.
Por otro lado, los clavadistas recordaron a sus compañeros que acudían a bordo de sus embarcaciones, pero a partir de ahora ya no podrán realizarlo, debido a todas las pérdidas que hubo con los yates de recreo y privados.
“Es triste no tener esas embarcaciones que venían a visitarnos”, lamentó.