Milton Martínez Estrada
Escribir desde la desesperación
Para una madre amorosa lo imposible no existe y un ejemplo real es Ceci Patricia Flores.
La líder de las Madres Buscadoras de Sonora escribió su primer libro para relatar el triste y tortuoso camino para encontrar a sus hijos en narcofosas clandestinas.
Ceci Patricia presentó su primer libro -nada más y nada menos- en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2023 (FIL).
Sí. La madre buscadora colocó su nombre entre grandes de la pluma nacional e internacional como: Elmer Mendoza, Anabel Hernández, el filólogo Alberto Ruy Sánchez, la italiana Dacia Maraini; Tatiana Țîbueleac, entre más de 650 escritores de 45 países y 33 lenguas distintas.
Y si me apuran, en las búsquedas que hice de esta feria del libro, Ceci Patricia y Franco Félix, son los únicos escritores Made in Sonora.
¡Vamos! Entiendo que la líder de las Madres Buscadoras es originaria de Los Mochis, Sinaloa, pero su producción literaria se derivó de su labor y activismo en Sonora.
Ceci, nació el 16 de mayo de 1973, es hija de Rosario Flores Ruiz y de Manuela Armenta Medina, ambos jornaleros agrícolas, al igual que ella que a sus seis años de edad también se enseñó a trabajar la tierra.
“Ellos, me inculcaron el espíritu de lucha y sobrevivencia”, resalta su biografía que puede ser leída en el portal oficial de la Feria Internacional del Libro.
Y continúa: “Un tiempo fui una feliz ama de casa, pero el día 30 de octubre del 2015, me arrebataron la paz, se llevaron a mi hijo Alejandro de 21 años de edad, en Los Mochis, Sinaloa. Desde entonces no he parado de buscarlo”.
Después añade: “Cuatro años después, en Bahía de Kino, la madrugada del 4 de mayo del 2019, hombres armados se llevaron a mi otro hijo; Marco Antonio, de 31 años”.
La desaparición de sus dos hijos, el 10 de mayo del 2019, motivó la creación del colectivo Madres Buscadoras de Sonora.
Son cientos los hallazgos de las Madres Buscadoras. Para ilustrar lo más crudo de esas búsquedas, traeré de mi archivo personal, una crónica que escribí hace ya cuatro años:
Ceci Patricia sufrió la amarga experiencia de ver y sentir el frío cañón de un pistola que le apuntaba directamente al rostro.
“Si me matas, verás mi cara en el rostro de tu madre”, le soltó Ceci Patricia a su victimario, que había decidido jalar del gatillo para acabar con la buscadora.
Entonces el pistolero bajó su arma, se retiró y le permitió a Ceci Patricia continuar la búsqueda de sus dos hijos desaparecidos.
Este pasaje ocurrió la mañana del 23 de octubre de 2019, en el camino que conduce a “La Ostionera 2” de Puerto Peñasco, Sonora.
Lo recuerdo como si este hecho hubiera ocurrido ayer porque ese día hable con la Líder de las Madres Buscadoras de Sonora, quien no daba crédito de la amenaza, de haber estado al filo de la muerte, de la vida misma.
Este asesino a sueldo también les dijo a Ceci Patricia y acompañantes que en los predios que llevan a las ostioneras #1 y #2, “no había gente de Hermosillo u otros lugares, solo de Puerto Peñasco”.
––Madre, aquí (en los lodazales de las ostioneras) solo hay gente mala, ningún inocente, le confió el gatillero a las buscadoras allí presentes.
No obstante, Ceci Patricia y las madres de familia que le acompañaron se hicieron a la búsqueda en este árido lugar.
En total encontraron 52 cuerpos (aunque las buscadoras defienden que fueron 54), en 35 fosas clandestinas, según el reporte oficial de junio de este año emitido por la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, dependiente de la Secretaría de Gobernación.
Puerto Peñasco, Sonora, se encuentra en el top 10 de los municipios con más fosas clandestinas y cuerpos recuperados.
Así la gravedad del caso. En enero de 2022, Ceci Patricia grabó un mensaje al “Narco de Narcos”, Rafael Caro Quintero, para que le permitiera a ella y al resto de las buscadoras hacer sus recorridos en el Gran Desierto de Altar.
Ahora, en la presentación de su libro “Madre Buscadora. Crónica de la deseperación”, también fue amedrentada por un tipo con ropa deportiva holgada y cubreboca que se mostró retador durante el evento y tuvo que ser retirado por guardias de seguridad.
Y no solo eso. Unos días después fue asediada por una patrulla sin número oficial que la obligó a resguardarse junto al activista Adrián leBarón para prevenir un ataque.
Así lo relató en su cuenta de X, antes Twitter: “Estamos en resguardo varios activistas esperando a que lleguen sicarios o a que llegue la autoridad”.
Esta es otra crónica de la desesperación, sin duda.
El prólogo estuvo a cargo de la colega y amiga, Amalia Escobar, corresponsal en Sonora del periódico El Universal.
“Su invaluable labor mereció varios reconocimientos en el año 2022; primero fue reconocida como una de las mujeres a seguir por el periódico El Universal, el periódico más importante de la República Mexicana; también formó parte de las 100 mujeres líderes de México de diferentes sectores como el político, cultural, deportivo, social, diplomático y del espectáculo.
“Luego, Forbes México publicó en su lista de las mujeres más poderosas del país […] También en 2002 estuvo en la lista de la BBC de Londres, de las 100 mujeres más influyentes del mundo.
“En septiembre del 2023 se convirtió en embajadora de la Paz y buena voluntad en el mundo.
“Fue nominada por el gobierno de Estados Unidos como una de las “Mujeres líderes: promoviendo la paz y la seguridad”, se reunió en Washington con 87 mujeres activistas defensoras de los derechos humanos del mundo”.
Una importante cadena de logros, la de Ceci Patricia. Al final del prólogo se pueden leer unas palabras que te hacen un nudo en la garganta:
“La fuerza de esta mujer… brota desde su amor de madre que la empuja a buscar a sus hijos entre montañas de tierra y no claudica en el intento, a pesar de que ha llorado a mares. Ceci Patricia, mi amiga, es un ejemplo de grandeza, de fortaleza, coraje y valentía”.
Hasta aquí, porque ya se me acabó el espacio. Les escribo el otro lunes.