Dayan Lagarda / MO
Con la llegada del frío es muy común que los productores de hortalizas elijan quemar residuos como llantas para brindar calor a las plantas que son susceptibles a estos climas, así como la quema de cultivos para su desarrollo en los campos del Valle del Yaqui.
De acuerdo a Juan Manuel Cortés Jiménez, investigador y especialista en Agricultura de Conservación del Campo Experimental Norman E. Borlaug, son prácticas mal vistas, debido a la contaminación y riesgos a la salud que provocan sobre todo en comunidades rurales.
El investigador resaltó que se han propuesto alternativas, en el caso de la quema de llantas, como el equipamiento de calentadores de gas, como lo hacen los manzaneros, pero aún falta que se plantee bien un proyecto que pueda alcanzar un financiamiento que avale este plan.
En el caso del esparrago, situación que afecto estos primeros días de 2024 a el Valle del Yaqui, señaló que, a pesar de que esto es necesario para el desarrollo del perenne, la acción es igual de dañina que la quema de gavilla o llanta, pero existe un permiso para realizar esta práctica, que a pesar de que sea mal vista y ocasione problemáticas, no es sancionable como las anteriores.
Agregó que, las cosas tienen que cambiar y como investigadores tienen que trabajar en traer alternativas a los campos, ya sea infraestructuras nuevas o practicas más sustentables pero que garanticen la protección y producción de alimentos en el sur de Sonora.