Fabiola Navarro. M/O
La falta de comunicación, empatía y tiempo de calidad, de parte de padres o madres de familia hacia sus hijos, van formando en ellos vacíos y conflictos emocionales que colocan a los niños, niñas o adolescentes en una situación de riesgo y atenten contra sus vidas.
Entre los 16 y 24 años, son las edades de mayor riesgo y en las que más se presentan los pensamientos con tendencia suicida y otras de las causas son el rechazo por su orientación o identidad sexual, declaró Armando Meza, Director del Centro Integral para la Familia y el Adolescente (CIFA).
“La identidad sexual de los niños o las niñas, es muy importante que puedan ubicarse y a veces ellos no saben qué pasa con ellos mismos y que orientación sexual tienen y a veces no son tratados de forma adecuada por los padres”.
“Cuando ellos sufren el rechazo, les viene un ajuste emocional tan fuerte que se sienten inadecuados y eso los lleva a la desviación suicida, a la depresión, a la ansiedad, por eso es importante tratar este tema”, apuntó el director de dicha dependencia perteneciente a DIF Cajeme.
Pese a que las edades de mayor vulnerabilidad ante los conflictos familiares, son en la adolescencia, indicó que hay niños de 8 a 10 años que sufren depresión y deben ser tratados para no normalizar el tema.