El 24 de septiembre de 2023 la cápsula OSIRIS-REx regresó a la Tierra después de haber viajado un aproximado de 2,000 millones de kilómetros para llegar al asteroide Bennu, un cuerpo espacial del cual se habló por mucho tiempo ya que se considera potencialmente peligroso debido a un posible impacto con nuestro planeta en el futuro.
Sin embargo, la verdadera importancia de dicho asteroide es que se considera un “fósil espacial”, ya que se piensa que mantiene sus características formadas durante los primeros ciclos del sistema solar. Ahora, y tras luchar por abrir la cápsula, los ingenieros y científicos de la NASA han podido abrir la OSIRIS-REx para descubrir los misterios de Bennu.
La sonda espacial OSIRIS-REx, acrónimo de: Origins, Specral Interpretation, Resource Identification, Security & Regolith Explores; que traducido al español sería algo así como “Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos, Seguridad y Exploración del Regolito”, no es una cápsula en sí, sino una nave espacial diseñada por la NASA para investigar el asteroide Bennu.
Esta fue lanzada el 8 de septiembre de 2016 y alcanzó Bennu en diciembre de 2018. La misión principal de OSIRIS-REx fue recopilar muestras de la superficie del asteroide y traerlas de regreso a la Tierra.
Como mencionamos al inicio, Bennu es un asteroide que se considera de importancia debido al potencial impacto con nuestro planeta. Pero su estudio permitiría obtener información valiosa sobre el génesis del sistema solar y la composición de los asteroides, algo que ayudaría a comprender de mejor manera la formación de planetas y otros cuerpos celestes. OSIRIS-REx es todo un hito de la ciencia e ingeniería, pues no es tarea sencilla llegar a un asteroide y recopilar muestras.
Dentro de la cápsula se encontraron muestras de polvo y roca, con unas dimensiones de aproximadamente 1 centímetro, hasta el momento no se ha liberado información respecto a la masa de este sólido. Anteriormente, se pudieron recuperar poco más de 70 gramos de material de Bennu, superando los 60 gramos que esperaba la agencia espacial norteamericana.
Aunque una roca más pequeña que una moneda de diez pesos y un poco de material de asteroide no pueden sonar, en principio, tan llamativos, lograr recopilarlos fue toda una travesía. El trabajo científico y tecnológico detrás de OSIRIS-REx es una muestra de la capacidad humana de estudiar el universo, el cual es uno de los campos de investigación más apasionantes que podamos tener.
La NASA espera publicar un catálogo detallado sobre todo lo que se recopiló de Bennu para finales del 2024, por lo que nos tocará esperar un poco más para conocer a detalle toda la información de este asteroide.