Clara Aragón / MO
Humildad, reconocimiento de la necesidad de Dios, arrepentimiento y conversión, es parte de lo que representa la ceniza que al inicio de la cuaresma reciben las y los feligreses, explicó el Padre Javier Aníbal Lauterio Valdez, Párroco de la Parroquia de Corazón Eucarístico de Jesús.
El Rector de la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús dijo que este signo existe desde el antiguo testamento, y que en la iglesia católica la ceniza se hace de las palmas benditas que se entregaron en Domingo de Ramos casi un año antes.
Estas se queman y se pulverizar para después llegar a las y los feligreses. Las palmas fueron signo de la gloria de Jesucristo y ahora sus cenizas ayudan a participar de esa gloria.
Este día en todas las parroquias de la Diócesis de Ciudad Obregón se realiza la imposición de ceniza y se espera que la afluencia sea al menos un 15 o 20% más que en años anteriores.