Martín Alberto Mendoza
EL TIEMPO
Mediante sorpresiva acción, infantes de la Secretaría de Marina, capturaron a tres oficiales de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, al dejar presuntamente en libertad a uno de tres tipos que detuvieron armados, cambiandolo por otro.
El aseguramiento de los policías ministeriales se realizó poco después de las 22:00 horas del sábado.
Esto, luego de que personal de la Secretaría de Marina ingresó a las instalaciones del Centro Integral de Procuración de Justicia.
Las primeras versiones indican que los agentes fueron desarmados e inicialmente sometieron a investigación a diez.
Todo se derivó de la liberación de uno de tres individuos armados detenidos en la ciudad de Navojoa y al momento de turnarlos al Ministerio Público Federal suplantaron a uno de ellos.
Es decir, presentaron a otro en vez de hacerlo con el verdadero implicado en la detención.
All descubrir esta sucia maniobra el Representante Social de la Federación de la Fiscalía General de la República (FGR) dio parte a personal de la Secretaría de Marina y Armada de México.
Al investigar estos hechos, infantes de Marina al llegar aquí desarmaron a todo el personal de servicio.
Inicialmente interrogaron a policías ministeriales, a quienes incluso les practicaron exámenes toxicológicos.
Al ser notificado de los hechos, el titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado, Gustavo Rómulo Salas Chávez, se trasladó a esta ciudad.
En las primeras horas de la mañana de este domingo, se conoció que solo procederían con tres agentes identificados como Julián Armando P. R., Aarón B. y César M.
Se dijo que son integrantes de una célula investigadora especializada que llegó a Ciudad Obregón de apoyo.
Primeramente trascendió que serían llevados a la Ciudad de México y después a Hermosillo, aunque en horas de la tarde todavía permanecían aquí en el Centro Integral de Procuración de Justicia.
Presuntamente están acusados de los probables delitos de incumplimiento de un deber legal y asociación delictuosa.
Se dijo que en el edificio policial de las calles Jalisco y Yaqui, prevalecía un tenso ambiente por este hecho sin precedentes.